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((**Es14.410**) Pero marchar no quería decir que ya no quedaba nada por hacer; el Procurador tenía que pensar en ello, de acuerdo con las instrucciones que don Bosco le había dado o le daría. Esta es la razón de este memorial que le dejó el Beato. Dos condecoraciones, una para el barón de Monremy de Verdún, y otra para el señor José Bruschi de La Spezia, ya concedidas. Para el señor ingeniero Levrot, prometida por el cardenal Secretario. La gestión va a nombre del Ordinario, que tiene una óptima carta de recomendación. Al mismo Padre Santo, ya no pude y tampoco me fue permitido presentarme a la audiencia a la que me invitó. Han quedado incompletas cosas de las Misiones y del Vicariato de la Patagonia. Al cardenal Alimonda, viva acción de gracias. Recomendar las facultades, que se nos quitaron. El tiene copia y también el Padre Santo. A monseñor Rampolla 1, que los mapas para el Vicariato están en la Secretaría de Asuntos Eclesiásticos extraordinarios. Durante la estancia de don Bosco en Roma, el Procurador fue testigo de una predicción precisa del Beato y de su correspondiente cumplimiento. Llególe al Siervo de Dios una carta de Francia en la que una señora le pedía enviase una bendición para su única hija gravemente enferma: -Aquí hay una señora, dijo a don Francisco Dalmazzo, que me pide oraciones especiales para la curación de su hija ((**It14.478**)) que apenas tiene dos años. >>Qué debo contestarle? Su hija morirá ciertamente. -Es muy duro tener que dar semejante contestación, observó don Francisco Dalmazzo. -íRespóndele tú! ->>Qué le debo decir? -Escríbele que rezaré para que se cumpla la santa voluntad de Dios, resignándose a sus divinas disposiciones. Don Francisco Dalmazzo escribió la carta y suavizó la expresión, exhortando a la señora a mantenerse completamente resignada a la voluntad de Dios y asegurándole que, mientras tanto, se rezaría. La señora, que supo leer entre líneas, envió en seguida a don Bosco un telegrama, renovando la petición de oraciones y anunciando que seguía una carta. Dalmazzo presentó el telegrama a don Bosco y le preguntó qué debía responder. Don Bosco no dijo nada. Al poco rato llegaba la carta. La pobre madre, casi delirando con 1 A la sazón secretario de Propaganda para los asuntos de rito oriental. (**Es14.410**))
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