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((**Es14.370**) -Don Bosco, aquella mujer pide su bendición. -Ya no tengo tiempo. Es tarde. Parte el tren. -Esta ahí todo el día, insistió don Juan Cagliero, volviéndose en seguida hacia ella y llamandola imperiosamente en alta voz. Abriéronle paso a duras penas y llegó hasta don Bosco. El pequeño seguía siempre inmóvil. Don Bosco alzó la mano derecha y lo bendijo. El efecto inmediato fue que el niño comenzó a batir las manecitas, sacudirse de pies a cabeza y restregarse los ojos heridos por la luz repentina. La escena se desarrolló rapidísima, sin que don Bosco se detuviera, ni los demas dejaran de forcejear para abrirle paso a través del gentío, que se abalanzaba nerviosamente hacia él desde todas partes; en medio de aquel alboroto pudo la mujer escabullirse y salir a la calle loca de contento; y los cincunstantes tampoco se fijaron en ella; quiza sólo don Juan Cagliero se dio plena cuenta de lo sucedido 1. Hasta llegar al coche, la gente estrujaba a don Bosco, éste para besarle la mano, ése para tocarle siquiera la sotana, aquél para hacerle palpar rosarios o ropas de enfermos. <>No lo ves? Me di cuenta de que, entre el gentío, que casi lo llevaba en vilo, había dos mujeres exactamente delante de él. Don Bosco, sin aguardar a ((**It14.431**)) que yo hiciese por librarlo, utilizó su fuerza extraordinaria para separarse de aquellas personas. Cuando estuvo en el coche, le vieron la sotana recortada en varios sitios, de suerte que en el camino hubo que proporcionarle otra. Todo lo que había tocado en su habitación nos era robado, creo que incluso por los de la casa para contentar a los Cooperadores, sin respetar ni las sábanas>>. Habrían tenido que ir a Niza; pero aquella noche pernoctaron en Aubagne, a menos de una hora de coche de Marsella. Cuando él y don Juan Cagliero se encontraron solos en el coche, don Bosco humillado y confuso, rompió el silencio para decir: -íQué admirable es el Señor y qué grande su misericordia! Para mover tanta gente y obrar sus maravillas, ha querido servirse de un aldeano de I Becchi 2. 1 En la Vida de don Bosco en dos tomos (Tomo II, pág. 518) se sitúa este hecho en 1881. Pero en 1881 don J. Cagliero estuvo en España, desde mediados de enero hasta después de Pascua; en cambio don Bosco había salido de Marsella a finales de febrero. 2 Summ. super virt. N. XVI, & 90, pág. 966. (**Es14.370**))
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