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((**Es14.281**) ((**It14.324**)) Dada la escasez de documentos relacionados con este asunto, no nos queda nada más que una pequeña acta del Capítulo Superior, por la que se llega al conocimiento de que la libertad concedida al futuro Director era más ilusoria que efectiva; él, por ejemplo, no sería dueño de elegir el prefecto que quisiera, ni de establecer un ecónomo interno, que dirigiese los talleres, ni de poner un portero Salesiano, que estuviese completamente a sus órdenes. Así, pues, se pararon y se rompieron las negociaciones; con todo resultó favorable a los Salesianos que se supiera en Roma que el Gobierno trataba con ellos para un asunto de tanta importancia MONREFIASCONE Junto con estas fundaciones malogradas, recordaremos otras cuantas que no prosperaron. La urgente necesidad de personal no permitía a don Bosco dejar a los hermanos donde vivían a disgusto, estaban a merced de otros y no había esperanza de que mejoraran las cosas. Queremos aludir a Montefiascone, Albano y Ariccia, donde el Siervo de Dios había puesto pie, más por complacer a altas personalidades y mirando remotamente a Roma, que por la esperanza de poder permanecer allí largamente. Don Pedro Guidazio, estaba en Montefiascone desorientado como un pez fuera del agua 1. Su situación se hizo un tanto espinosa desde que comenzó a sostener la idea quimérica de abrir allí un bachillerato superior, con profesores Salesianos; entonces, tanto el Obispo como el Rector, le manifestaban una creciente frialdad. No se abrigaba, sin embargo, la menor duda de que él no iba a continuar su trabajo en el seminario. Solamente el hablar de la hipótesis de una orden de volver, hubiera sido provocar un recurso al Papa para impedirlo; y teniendo en cuenta el afecto que León XIII profesaba a monseñor Rotelli, se podría asegurar que no habría faltado una prohibición pontificia. ((**It14.325**)) Por consiguiente, terminado el curso escolar, don Pedro Guidazio recibió orden de regresar a Turín para reponer su salud, ya que, en realidad, se sentía desmejorado; más tarde se notificó al Obispo que, habiéndose don Bosco comprometido con él, sólo para un año, se consideraba libre de toda obligación y destinaba a don Pedro Guidazio a otro lugar; si hacía falta, buscaría y encontraría fácilmente un profesor externo, para proponerlo a los superiores de aquel seminario. 1 Véase vol. XIII, pág. 591. (**Es14.281**))
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