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((**Es14.271**) y variados>> 1 y, por consiguiente, difíciles de concretar por correspondencia epistolar. Por lo cual, se nombró una comisión de los miembros, uno de ellos el hermano del Obispo, con encargo de tratar personalmente y de viva voz. Desde Rovato, otros nuevos informadores, que querían una escuela profesional en su pueblo, echaban pestes de Pisogne, por ser un lugar de calenturas y nido de discordias, con un ayuntamiento responsable de la ruina del colegio Mercanti. Había, además, a poca distancia un colegio en Lóvere, que obligaba a reflexionar; es más, la dirección de éste, alarmada y temiendo la competencia, se ofrecía espontáneamente a hacer del colegio Mercanti un centro filial del suyo. Los dos ayuntamientos, aunque colindantes, pertenecían a provincias diversas, pues Lóvere dependía de Bérgamo. Por añadidura, el inspector escolar, alegando informes llegados de Turín, intrigaba de acuerdo con los liberales del pueblo, para hacer fracasar el plan; se atrevió incluso a escribir cartas difamatorias contra don Bosco al ayuntamiento, cuyo alcalde, no permitió se leyeran en el consejo. El 3 de abril don Juan Cagliero y don Celestino Durando, al regresar de su viaje por Italia, se detuvieron en Brescia, como huéspedes del Obispo, en cuyo palacio recibieron a los dos enviados. Dijeron entre otras cosas que no tenían buenos informes sobre las condiciones higiénicas locales, circunstancia muy perjudicial para el incremento ((**It14.313**)) del colegio y declararon que, para el próximo curso escolar, dada la momentánea deficiencia de personal docente por causas de compromisos anteriores, no podía don Bosco obligarse a la apertura del colegio de Pisogne. Oyeron las calurosas insistencias del Obispo y de los dos enviados, pero, como no estaban ellos autorizados para concluir nada y sí sólo para informarse, se remitieron a lo que determinara don Bosco, después de la relación que ellos hicieran. La respuesta de Turín fue que, aunque en principio se aprobaba la aceptación, no era posible proceder a la apertura para el inminente curso escolar. Entonces el consejo municipal, de acuerdo con el acta de sus enviados, determinó que se pidiera a don Bosco, de momento, una sola persona a quien confiar en seguida la dirección. Pero, en Turín se creyó mejor no acceder. Se fue después elaborando un contrato, como el que se había concertado con el ayuntamiento de Randazzo, como veremos en el capítulo siguiente. Llegóse así a 1881, y acudió a Turín una comisión delegada por la junta para conferenciar con don Bosco y con él se estableció que un Salesiano, acompañado 1 Carta, 2 de enero de 1879. (**Es14.271**))
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