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((**Es14.184**) estos talentos y se los encaminaba a la carrera de las ciencias superiores. Muchos de éstos, gracias a la ayuda del Instituto, a becas provinciales ganadas, y a otras instituciones benéficas, pudieron matricularse en las Universidades, provistos de todos los títulos exigidos por la ley, hacer en ellas sus estudios y ahora dan buena prueba de su gran valer en sus cátedras o con sus escritos. Sólo por brevedad, se callan aquí sus nombres, mas se pueden manifestar ante cualquier requerimiento de la Autoridad pública. Hay otros, y no pocos, de familias acomodadas venidas a menos, que no pudiendo, por razones de conveniencia, mezclarlos con los de la primera categoría, se les orienta hacia una carrera más apropiada con su condición. Para responder a las exigencias de estas dos últimas categorías de alumnos, hubo necesidad de dar a las escuelas del Oratorio el carácter de la enseñanza media. Este fin especial, como se comprende, no sólo no se opone, sino que cumple mejor aún el fin general de beneficencia al que se orienta este Oratorio. Respuesta a la 2.¦ pregunta: -Los muchachos del Oratorio dedicados a artes u oficios o a diversos trabajos del Instituto son quinientos diez. Los que frecuentan las clases secundarias, como consta en la nota entregada al señor Delegado, son cerca de trescientos. Quizá es superfluo advertir que en estos números hay siempre cierta fluctuación, pues, casi cada semana hay muchachos que, por diversos motivos, salen del Instituto, y otros que ingresan. En otoño y en invierno, por razones fáciles de comprender, el número de internos es mayor, mientras que disminuye en verano. Con respecto a los clérigos hay que advertir dos cosas: 1.° Que en el Oratorio no hay un curso regular de estudios filosóficos, sino que a los jóvenes, ocupados en el cargo de asistentes o en otros trabajos en el Instituto y que tienen intención de consagrarse al estado eclesiástico, se les da, durante el tiempo y de la manera que ((**It14.209**)) lo permite la condición del Instituto, las enseñanzas para asistir en los talleres, dormitorios, etc., catequizar a los niños, dar clases nocturnas de literatura, de música vocal e instrumental y para desempeñar otras ocupaciones semejantes necesarias al Instituto y requeridas por su vocación. 2.° Que no todos los clérigos que moran al presente en el Oratorio o en otros colegios fundados por don Bosco, proceden de las escuelas del Oratorio de Turín; sino que los más fueron alumnos de otros Colegios o Seminarios, los cuales, deseosos de asociarse a don Bosco en las diversas obras de beneficencia que lleva entre manos, vinieron a someterse a su obediencia. Esto se echa de ver claramente en el cuadro siguiente con que respondemos a la pregunta hecha. Los clérigos, que en el sentido expuesto atienden al estudio de la filosofía en el Oratorio Salesiano, son veinticinco; diecisiete de ellos cursaron el bachillerato en otros institutos, y sólo ocho fueron alumnos del Oratorio. Hay doce estudiantes de Teología, cinco de los cuales proceden de otros Institutos. Pasando ahora a la tercera pregunta, un artículo del Reglamento del Instituto dice: <>. En fuerza de este artículo sucede que no todos los albergados en el Oratorio Salesiano están gratuitamente, sino que algunos pagan una pequeña pensión mensual o anual, según sus posibilidades o las de sus parientes. Lo cual no quita que, atendida la condición de las personas que viven en este Oratorio, la mayor parte de los gastos carguen sobre el mismo, como consta por el detalle siguiente: Muchachos internos, ochocientos diez. Plazas gratuitas, cuatrocientas cincuenta. (**Es14.184**))
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