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((**Es13.646**) callan o dicen muy poco, respecto al tema del presente capítulo. Atesoremos ese poco. Del reparto de premios a los estudiantes, que se celebró el día primero de septiembre, sólo sabemos que, en lugar de don Bosco, presidió el Vicario General de Montevideo. Algo más podemos decir de la fiesta del Rosario en Castelnuovo, que se celebró el 6 de octubre. Fue también don Bosco a I Becchi, donde le esperaban los estudiantes que se habían quedado en el Oratorio. Don Juan Bonetti había predicado la novena con asistencia de muchos fieles; don Juan Cagliero ((**It13.761**)) predicó el sermón de la fiesta: lo hizo desde la puerta de la iglesita, ante un numeroso público que se amontonaba en el patio y la pendiente de la colina. Después de ocho años de ausencia, participó de nuevo en la fiesta la banda del Oratorio. En el 1870, casi al día siguiente del 20 de septiembre 1, le pareció a don Bosco inoportuno hacer fiestas, mientras el Padre universal de los fieles estaba de luto; por eso había llevado consigo solamente unos cuantos cantores, sin la banda, confiando a don Pablo Albera la razón de su comportamiento. Después, aquella misma limitación de manifestaciones exteriores en medio de los buenos campesinos duró hasta 1878. Una vez terminadas las fiestas, los muchachos comieron en I Becchi, merendaron en Castelnuovo, en casa Bertagna, cenaron en Chieri, desde donde fueron en tren hasta el Oratorio. El Beato se quedó tres días más en Chieri, con don José Lazzero. Se ve que las condiciones especiales del incipiente oratorio femenino le obligaron a ello. Sobre la salida de los jóvenes para las vacaciones de este año y sobre el regreso, no quedó consignada noticia alguna, a excepción de un sueño relacionado con los efectos que este tiempo de asueto suele acarrear. Don Bosco lo contó en la noche del 24 de octubre. Apenas anunció que iba a proceder a su narración, las manifestaciones de satisfacción fueron grandes. Estoy muy contento de volver a ver al ejército de mis hijos armados contra diabolum. Esta expresión, aunque latina, la comprende hasta el mismo Cottino 2. Tendría que deciros muchas cosas, porque es la primera vez que os hablo después de las vacaciones; pero ahora os quiero contar un sueño. Vosotros sabéis que los sueños se tienen durmiendo y que no hay que hacerles mucho caso, pero si no hay mal 1 El 20 de septiembre de 1870, es el día de la entrada de las tropas italianas en Roma, capital de los Estados Pontificios. (N. del T.) 2 Cottino era un criado encargado del comedor, que se las daba de poeta. (**Es13.646**))
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