Regresar a Página Principal de Memorias Biográficas


((**Es13.64**)((**It13.64**)) CAPITULO III LAS CONFERENCIAS ANUALES EN LA FIESTA DE SAN FRANCISCO LA solemnidad de san Francisco de Sales en el Oratorio había sido trasladada al domingo 4 de febrero, para dar tiempo a don Bosco de encontrarse presente. En efecto, llegó exactamente aquella misma mañana a eso de las ocho y media. Fue recibido al son de la banda de música, entre el estruendo de los aplausos, los gritos de los vítores y las más entusiastas expresiones de júbilo. Por entre el tropel de jóvenes que agasajaban al Padre, forcejeaban por abrirse paso y llegar hasta él los directores de las casas, llegados para las acostumbradas conferencias de san Francisco. El buen Padre no se sentía nunca tan feliz como cuando se veía rodeado por la abigarrada multitud de sus hijos del Oratorio, que porfiaban por manifestarle su afectuosa gratitud. Aquella tarde se celebró en el teatro una cordialísima velada en su honor. Representantes de todo orden leyeron sus saludos, en los que expresaban de diversas formas la común alegría por el regreso del Padre querido; después, los actores representaron un drama titulado La vocación de san Luis, cuya interpretación fue muy aplaudida. El día 5 por la tarde se iniciaron las conferencias. La primera fue presidida por don Miguel Rúa. Se trató en ella del personal, de la administración económica y de las nuevas fundaciones, temas, todos ellos, en los que no interesa detenernos aquí; haremos en cambio alguna consideración sobre tres asuntos que presentan vertientes de interés general o histórico para la Congregación. ((**It13.65**)) La expansión de la obra salesiana y el aumento de actividades hacían que cada vez le costara más a don Bosco atender al cuidado individual, que con tanta eficacia se tomaba por los socios; temióse, en consecuencia, que podía decaer el espíritu de piedad, sobre todo en los clérigos nuevos. Es un hecho incontestable que, con la influencia de don Bosco, se formaba año tras año un tipo de clérigos, cuya generación se hubiera querido perpetuar; eran reflexivos, estudiosos, fervorosos en las prácticas de piedad y, al mismo tiempo, estaban dispuestos a dedicarse a cualquier actividad, sólo con saber que era conforme al deseo de los Superiores; llevaban una vida recogida y(**Es13.64**))
<Anterior: 13. 63><Siguiente: 13. 65>

Regresar a Página Principal de Memorias Biográficas


 

 

Copyright © 2005 dbosco.net                Web Master: Rafael Sánchez, Sitio Alojado en altaenweb.com