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((**Es13.457**) en agosto de 1877. En este hecho hemos de notar dos cosas: primeramente que la invitación le llegó de improviso, sin que antes hubiera habido remotas gestiones y ni siquiera las más lejanas probabilidades de semejante proposición; y, por otra parte, don Bosco siempre se había manifestado opuesto a la fundación de colonias agrícolas, porque, a su modo de ver, no ofrecían garantías suficientes para la conducta moral de los jóvenes. Ahora bien, la noche precedente a la llegada de la carta de monseñor Terris, el Beato tuvo un sueño que hizo se desvaneciera en él aquel prejuicio y le dispuso a aceptar complacido la propuesta. En el mes de septiembre, durante los ejercicios de Lanzo, contó lo que había visto; estuvieron presentes a la narración, entre otros, el conde Cays, clérigo a la sazón, don Julio Barberis y don Juan Bautista Lemoyne, de quien es el relato siguiente 1. ((**It13.534**)) Me vi en sueños ante una amplísima zona de terreno que no parecía ciertamente los alrededores de Turín. Una casa rústica que tenía delante una pequeña era parecía brindarme hospedaje. Esta vivienda, como en general las de los campesinos, estaba desprovista de todo ornato y la habitación en la cual yo me encontraba tenía varías puertas que ponían en comunicación con otras habitaciones, mas éstas no estaban al mismo nivel que la primera. Para llegar a unas había que subir y, en cambio, para entrar en otras era necesario bajar algunos escalones. Alrededor se veían unos percheros en los que estaban colocadas diversas herramientas de labranza. Yo dirigí mi vista a una y otra parte, pero no vi a nadie. Comencé a dar vueltas por las habitaciones, pero todas estaban vacías. La casa estaba desierta. Cuando he aquí que llegó a mis oídos la voz de un muchachito que cantaba; aquel canto venía de fuera de la casa. Salí y pude comprobar que el cantor era un niño como de unos diez a doce años, de buen aspecto, robusto, vestido de obrero. Su voz era bien timbrada. Estaba de pie, derecho, con la mirada clavada en mí. Cerca de él, una mujer limpiamente vestida, con aspecto de campesina, en actitud de acompañar al muchacho. El joven cantó en lengua francesa: Ami respectable, Amigo respetable Soyez notre pŠre aimable. Sed nuestro padre amable. Yo, que me había detenido en el umbral de la puerta, le dije: -Ven, acércate, >>quién eres? Y el niño, mirándome, volvía a repetir la misma canción. 1 En la Vida, en dos volúmenes, Vol. II, pág. 190, se dice que don Bosco tuvo este sueño, durante los ejercicios, cuando se celebraba el Capítulo General en Lanzo, esto es, en septiembre. Pero su respuesta al Obispo de Fréjus es del 3 de agosto, cuando no había ejercicios en Lanzo y don Bosco estaba ciertamente en el Oratorio. En Lanzo narró el sueño en septiembre: esto no puede dudarse, porque así lo asegura Lemoyne que estuvo presente. puede también asegurarse que él soñó la noche anterior a la llegada de la carta de Monseñor. pero, en cuanto a la fecha del hecho, hubo sin lugar a duda un mal entendido. (**Es13.457**))
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