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((**Es13.301**) fundada en origen por la Compañía de Jesús, con el consentimiento de la Santa Sede. Tratamos de poner término a estos enredos y obtuve suficientes promesas. Como esto no le concierne personalmente, no me extiendo más; otros más hábiles y poderosos harán que estos asuntos terminen según la mente del Papa. Entonces yo le dije que era necesario arreglar y desenredar de una vez los múltiples asuntos que se referían al reverendo don Bosco y a su Congregación, aprobada por la Santa Sede, pues se hablaba de ello muy acaloradamente por toda Italia, especialmente en las congregaciones romanas, y que, hasta en Francia, había oído yo hablar de ello. El padre Carpignani me expuso la conversación que habían tenido sobre esto el Arzobispo de Turín, el arzobispo Fissore y el reverendo don Bosco, sin ningún resultado positivo, porque don Bosco no había querido firmar cierto papel. Yo, que ignoraba el contenido de dicho papel (ahora lo conozco enteramente), añadí que me parecía haberse tratado la cuestión demasiado diplomáticamente, y que no era así como se podían arreglar con firmeza y fácilmente estas graves divergencias; por lo cual propuse que el Arzobispo llamara ante sí a don Bosco con la misma amabilidad con la que (tras mi consejo) había llamado al jefe de la oposición en las graves cuestiones de Chieri, y así se entendiese caritativamente en todas las cuestiones que los separaban, y para ello se cediese un poquito de una y de otra parte, como suelen hacer los santos, cuando tienen entre ellos cuestiones de derecho que no son puramente personales. El padre Carpignani (que es buen diplomático) me preguntó, de buenas maneras, si yo tenía una misión oficial o al menos oficiosa para tratar un asunto tan delicado, y yo le contesté: -No tengo una ni otra, de parte de los hombres, pero sí de parte del Dios de la paz y de la gloria de la Iglesia, y he aquí la manera y para testigo de ello llamo (me volví al retrato) 1 a su mismo fundador. Hace ya más de un año que oigo continuamente en la oración esta voz interior: <((**It13.347**)) se dio por ofendido, sino que, muy amablemente, te rogó hicieras una en su favor... >>Por qué, pues, no aprovechas esta afortunada circunstancia para hacer un poco de bien a mi siervo?>>. A pesar de todo, sabiendo yo muy bien las enormes dificultades de este asunto, y conociendo las intenciones de mis superiores, de que ninguno de nosotros se meta en líos con el arzobispo Gastaldi, me contentaba con rezar y hacer rezar, y con escribir a alguna persona influyente de la Curia romana, para que buscaran la manera de poner término a esto que me parecía un escándalo. Pero, he aquí que esta mañana (a fines de agosto) pasando por casualidad por delante de San Felipe 2, me sentí impulsado con gran fuerza a hablar con V. R. a quien había hecho favor en el asunto de su elección, discutida por alguno del Gobierno. Tres veces quise seguir mi camino, y tres veces me sentí como obligado a volver atrás, pero me parece estar aquí por pura voluntad de Dios. Hágame, pues, promesa formal de ocuparse seriamente de 1 Naturalmente se refiere a san Felipe Neri, fundador de los filipenses. (N. del T.) 2 Quiere decir el convento de San Felipe. (N. del T.) (**Es13.301**))
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