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((**Es12.53**) -En el sueño los he visto todos y en el estado en que cada uno se encontraba: si hacía las veces de gallina, de perro mudo, si estaba en el número de los que después de ser avisados comenzaron a trabajar o entre los que no se movieron. De todos estos datos yo me sirvo en las confesiones, para exhortar en público y en privado, siempre que veo que mis palabras pueden hacer algún bien. Al principio no hacía gran caso de estos sueños, pero después me di cuenta de que causan más efecto que muchos sermones, incluso para algunos son más eficaces que una tanda de ejercicios espirituales; por eso me sirvo de ellos. >>Y por qué no? En la Sagrada Escritura se lee: Omnia autem probate: quod bonum est tenete. Veo que ayudan a hacer el bien, veo que agradan, >>por qué mantenerlos secretos? Incluso he podido observar que contribuyen a aficionar a muchos a la Congregación. -Yo mismo he comprobado, le interrumpió Barberis, de cuánta utilidad han sido estos sueños y cuán saludables son. Incluso narrados en otra parte, hacen mucho bien. Donde don Bosco es conocido se puede decir que son sueños suyos; donde no es conocido se pueden presentar como una especie de parábolas. íOh, si se pudiese hacer una recopilación exponiéndolos en forma de parábolas! Serían leídos por grandes y pequeños, en beneficio de sus almas. ((**It12.51**)) -Sí, sí; harían mucho bien, estoy convencido de ello. -Pero, tal vez, se lamentó don Julio Barberis, ninguno lo ha consignado por escrito. -Yo, replicó el siervo de Dios, no tengo tiempo para ello y de muchos, ya no me acuerdo. -Los que yo recuerdo continuó don Julio Barberis, son los que se refieren al progreso de la Congregación y a la dilatación del manto de la Virgen... -íAh, sí!, exclamó don Bosco. E hizo referencia a varias visiones de esta clase. Adoptando después un aire grave y como turbado, prosiguió: -Cuando pienso en la responsabilidad que pesa sobre mí en la posición en que me encuentro, tiemblo de pies a cabeza... íQué cuenta tan tremenda tendré que dar a Dios de todas las gracias que nos ha concedido para la buena marcha de nuestra Congregación!(**Es12.53**))
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