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((**Es12.468**)((**It12.554**)) CAPITULO XX PRINCIPIO DEL CURSO ESCOLAR Y FIN DE AÑO LA serena palabra de don Bosco va a cubrir la mayor parte de las páginas de este último capítulo. La tomamos de los manuscritos que se conservan en nuestros archivos. Por entonces, generalmente se inauguraba el curso escolar después de la fiesta de Todos los Santos; pero don Bosco quería que sus muchachos se encontrasen en el Oratorio un par de semanas antes de aquella solemnidad. El día 20 de octubre, por la noche, presentes todos los alumnos nuevos y dos tercios de los antiguos, dio don Bosco las <> y exhortó a todos a poner en orden su conciencia. Tengo el gusto de volver a veros después de algún tiempo de separación, de veros a todos sanos y en tan crecido número, a pesar de que aún no han llegado todos. Alabo a los que vinieron con exactitud en el tiempo señalado, y más todavía a los que anticiparon su regreso. A éstos les favoreció el buen tiempo, mientras que a los que quisieron esperar un poquito más, un día, hasta hoy, les tocó un tiempo malo, que parece quiere seguir siéndolo. Y ahora, >>cuál será vuestra primera ocupación en el Oratorio? >>Sabéis lo que hace un viajero, cuando vuelve de un viaje? Lo primero que hace es mirar si su ropa tiene alguna mancha de polvo, de barro o de otra cosa y echa mano del cepillo, y quita, una tras otra, estas manchas, hasta que su ropa queda limpia; y si ha caído en una charca, le toca hacer colada. Lo mismo debéis hacer vosotros, ahora que ((**It12.555**)) volvéis del viaje de las vacaciones: mirad un poco la ropa de vuestra conciencia y ved si está limpia, si no tiene alguna mancha. Si por acaso encontráis en ella algún tiznajo, tomad enseguida el cepillo de la confesión y quitadlo; si encontráis algún lamparón más gordo, ípor amor de Dios, quitadlo también! Puede ser que alguno no haya ensuciado su alma, durante las vacaciones, con ninguna mancha, ni siquiera pequeña; pero, decidme en confianza: >>hay alguno entre vosotros que pueda decir: -Yo he sido en vacaciones mejor que cuando estaba en el Oratorio, he progresado en la virtud? -No, no he oído nunca a nadie que me dijera eso. Al contrario, son muchísimos los que deploran el tiempo pasado en vacaciones. Uno dice: -Un amigo, a pesar mío, me hizo comer carne en viernes. Otro añade: -Un pariente me hizo comer demasiado, me hizo beber más de lo justo; algunos compañeros me hicieron oír conversaciones obscenas; un vecino me dio un libro malo para leer; me llevó a dar un paseo donde he visto cosas feas. (**Es12.468**))
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