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((**Es12.246**) envió al señor Obispo la oportuna súplica para obtener la aprobación diocesana del Instituto. Excelencia Reverendísima: Ya sabe muy bien V. E. que el celoso sacerdote Domingo Pestarino, de venerada memoria, dio comienzo en Mornese a un Instituto con el título de Casa o Colegio de María Auxiliadora a fin de educar cristianamente a las muchachas de humilde condición, o pobres y desamparadas, para encaminarlas a la moralidad, a la ciencia y a la religión, bajo la dirección de las hermanas llamadas Hijas de María Auxiliadora. Con gran bondad dignóse V. E. constituirse en protector del nuevo Instituto, y el 5 de agosto de 1872 accedía a leer las reglas, anotaba en ellas las debidas observaciones y presidía las primeras tomas de hábito y las primeras profesiones. Poco tiempo después, enriquecía el Instituto con varios favores y preciosos privilegios, merced a lo cual quedaba constituido de hecho ante la Iglesia el cuerpo moral. Estas cosas fueron como el grano de mostaza, que V. E. sembró y que ha crecido maravillosamente. Actualmente son más de ciento las religiosas; a ellas están confiadas las escuelas municipales femeninas del pueblo. Al edificio del Instituto se ha añadido un internado para niñas de clase media, como se puede ver por el programa adjunto. ((**It12.285**)) Se ha abierto una segunda Casa en Borgo San Martino, y otra en Alassio 1, y la cuarta se abrirá este año en Lanzo, cerca de Turín; se reciben muchas peticiones para abrir casas en otros lugares. Pero este Instituto carecería realmente de verdadero fundamento, mientras no consiga la aprobación eclesiástica, la cual señala a los Institutos religiosos el camino seguro que conduce a la mayor gloria de Dios. Precisamente, con el fin de obtener este señalado favor, presento respetuosamente a V. E. las reglas del Instituto de María Auxiliadora, tal y como se practican desde hace varios años, suplicando tenga a bien examinarlas e introducir en ellas las modificaciones que en su iluminado saber juzgue necesarias; y después, si así Dios se lo inspira, conceda al Instituto y a sus Constituciones la aprobación diocesana. Se unen a mí, pidiendo este señalado favor, el reverendo Santiago Costamagna, su Director, y todas las Religiosas. Será éste un momento más para nuestra imperecedera gratitud, y le aseguramos que cada día elevaremos oraciones comunitarias y privadas a Dios Nuestro Señor y a su Augusta Madre la Virgen Auxiliadora, para que conceda a V. E. muchos años de vida feliz y así pueda ver los copiosos frutos de la obra, que V. E. se dignó bendecir, enriquecer con gracias espirituales, proteger y, podemos decir, fundar y sostener hasta el presente. Con la mayor gratitud tengo el honor de poderme profesar, De V. E. Rvma. Su seguro servidor JUAN BOSCO, Pbro. SANTIAGO COSTAMAGNA, Pbro. MARIA MAZZARELLO, Superiora 1 En Alassio ya estaba casi preparada la casa, de modo que la fundación se podía considerar como cosa hecha. (**Es12.246**))
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