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((**Es12.137**) muchas cosas buenas: es sacristán, músico, catequista y podemos decir que es el mayordomo de la casa de Buenos Aires. Y si queréis, podéis añadir también a Molinari, aunque cultiva la música. Todos ellos estaban el año pasado aquí entre nosotros como simples artesanos, y ahora son allá personas cualificadas, apreciadas y honradas. Concluyendo quien lo desee, ya sabe que el campo lo tiene abierto, y quien no lo desee, quédese tranquilo en el lugar que ocupa. Ahora, antes de salir yo para Roma, escribiremos en nombre de todos vosotros un saludo para el Papa, al que pediré una bendición especial para mis queridos aprendices. Que esta bendición sirva para estimularos a perseverar en el bien, y asimismo en la salud y en vuestros intereses materiales; pero sobre todo ((**It12.153**)) os haga fuertes para resistir todas las tentaciones, que a vuestra edad os acosan y atormentan, y os haga más fuertes que el demonio. Y de modo especial querría que, con esta bendición, os empeñarais todos, absolutamente todos, en vencer las tentaciones que os quieren hacer caer en cosas contrarias a la virtud de la modestia; querría que guardarais vuestros pensamientos, miradas y palabras de modo que nunca disgustéis al Señor en este punto. Animaos y veréis que la gracia de Dios, reforzada con la bendición de su Vicario, os hará superiores a cualquier sugerencia del demonio. Por lo demás, >>qué queréis que os diga? Suspendió entonces su discurso y con amable sonrisa paseó su mirada resplandeciente de indescriptible bondad sobre todos los muchachos, que pendían de sus labios. En aquel momento parecía manifestarse en su rostro el alma de un padre, que ama con ternura a sus hijos. Después de unos breves instantes de silencio, siguió diciendo: Mientras yo esté lejos de aquí, rogad al Señor por mí, para que me salgan bien los asuntos que llevo a Roma; pues ya sabéis que, cuando voy a Roma, es porque tengo grandes asuntos que resolver y siempre me guían allá graves motivos, que miran al bien de la casa y, por tanto, también al vuestro. Cuando vuelva, si todo salió bien, os diré que habéis rezado con éxito y que sois buenos; de lo contrario, os diré que sois todos unos maletas 1, incapaces de obtener con vuestras oraciones lo que yo deseaba. Pero espero que, vosotros rogando y yo con el mazo dando, las cosas saldrán bien, sobre todo si juntáis alguna comunión con vuestras oraciones. Sí, yo creo que os esforzaréis por comulgar alguna vez, para que prosperen nuestros asuntos en Roma. Mientras tanto, que el Señor os dé salud, santidad y perseverancia en el bien, para que podáis vivir siempre felices. Y ahora, si tenéis algún recado para Roma, estoy a vuestras órdenes. Si alguno quisiera escribir una cartita al Papa, yo se la llevaré; sólo os recomiendo que la escribáis con buena letra y sin faltas de ortografía. La vez pasada llevé algunas, el Papa las leyó y me hizo notar algún error gramatical y alguna falta de ortografía, y me dijo: -Ya se ve que son unos aprendices los que escriben. Dirá a fulano que aquí hay que poner doble `ele' y aquí doble `erre', etc. 1 Maletas. Don Bosco empleó la palabra piamontesa sciappini, que se aplica a quien es un vulgar chapucero en su arte u oficio. (N. del T. ) (**Es12.137**))
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