Regresar a Página Principal de Memorias Biográficas


((**Es11.92**) la Iglesia, dirigida a tutelar la libertad de las vocaciones religiosas, autoriza a los seminaristas para ingresar en las órdenes religiosas... Monseñor Gastaldi. -Sí... sí... pero... éstos no tienen vocación religiosa; observaron mala conducta. Don Bosco. -Por tanto no le debe disgustar tanto que esos individuos abandonen el Seminario. Los superiores suyos sabrán después a qué destinar a tales asistentes, etc. Monseñor Gastaldi. -No puedo transigir. Yo pido una promesa explícita y formal de que ni en su Congregación, ni en las casas que de ella dependen, recibirá a ninguno de mis seminaristas, expulsado de mi seminario y no sólo en mi diócesis, sino en cualquiera de sus casas, donde quiera que estén. Don Bosco. -Hasta ahora nunca ha sucedido eso; por tanto no parece que sea el caso de formular aquí una promesa que va a tocar nuestras casas, que pertenecen a la jurisdicción de otros. Pero, si esto es suficiente para contentar a V. E., yo le doy promesa formal de que, como he hecho hasta el presente, no recibiré sin su permiso a ningún clérigo expulsado de su seminario; pero entiendo que esto sea dentro de los límites prescritos por los sagrados cánones en favor del estado de mayor perfección, como es precisamente la vida religiosa. ((**It11.100**)) Todo le satisfizo, mas no la última excepción que, según él, deja hacer lo que uno quiere. Le rogué me explicara lo de las cartas escritas contra nosotros. Negó que hubiera tales cartas y el sentido de las mismas, cuando yo tenía algunas en mi cartera. Le pregunté, además, por qué no había admitido a examen de confesión a uno de nuestros sacerdotes. Monseñor Gastaldi. -Porque sólo tiene lo votos trienales. Don Bosco. -íPero la Congregación ha sido aprobada en este sentido! Monseñor Gastaldi. -Eso está mal, no me agrada; y además su Congregación no ha sido aprobada aún definitivamente. Con todo, que venga este sacerdote y se le admitirá. Don Bosco. ->>Por qué no permite que los sacerdotes de otras diócesis vengan a nuestra Congregación? Monseñor Gastaldi. -Porque antes de que venga un sacerdote a mi diócesis, quiero saber quién es. Don Bosco. -Pero viene a una congregación religiosa. Monseñor Gastaldi. -La cual está en mi diócesis. Don Bosco. -Entonces >>qué quiere? Monseñor Gastaldi. -Que pida licencia para celebrar. Don Bosco. -Sé que los Cánones no mandan tal cosa; sé que las otras Congregaciones no lo hacen; con todo, y para complacer a V. E., cuando vengan a nuestra casa sacerdotes de otras diócesis, pediré a S. E., la facultad de poder celebrar en esta diócesis. Aquí se dijeron otras cosas que no conviene confiar al papel, y cuya última conclusión fue: 1.° Sólo por complacer al Arzobispo, si se aceptara a un seminarista de esta diócesis en nuestra Congregación, lo aceptaré vestido de seglar, pero no con hábito eclesiástico. Para recibir sacerdotes de otras diócesis, se pedirá permiso de celebración. Hasta ahora, sin embargo, no se presentó ninguno. 2.° El Arzobispo promete que admitirá a examen lo mismo para las órdenes que para confesar a los fieles.(**Es11.92**))
<Anterior: 11. 91><Siguiente: 11. 93>

Regresar a Página Principal de Memorias Biográficas


 

 

Copyright © 2005 dbosco.net                Web Master: Rafael Sánchez, Sitio Alojado en altaenweb.com