Regresar a Página Principal de Memorias Biográficas


((**Es10.673**) toca directamente a vuestro bien. Esta mañana, a las once, he sido recibido en audiencia por el Padre Santo; le he encontrado amable, generoso y condescendiente con todo lo que necesitábamos. Habló mucho de las cosas de nuestra Congregación, de los sacerdotes, de los clérigos, de los muchachos y, por fin, especialmente del Colegio de Lanzo, del que yo le había hablado en otra ocasión. Finalmente, queriendo dar una señal de especial benevolencia, me encargó que os comunicara su Santa y Apostólica Bendición con indulgencia plenaria el día que confeséis y comulguéis. Agradecí en vuestro nombre la bondad del Padre Santo y le aseguré que, además de la Comunión para ganar la indulgencia plenaria, cada uno cuidaría de comulgar, por segunda vez, según la intención de Su Santidad. -También para esta Comunión, replicó con vivacidad el Padre Santo, concedo indulgencia plenaria. Así, pues, queridos hijos míos, admirad la benevolencia del Vicario de Jesucristo y, al mismo tiempo, admirad la bondad del Señor, que nos ofrece tantos medios aptos para asegurarnos nuestra eterna salvación. Mientras tanto, amigos míos, >>habéis empezado bien el año? >>Disfrutáis todos de buena salud? >>Tenéis todos voluntad de haceros buenos, de haceros santos, de ser siempre mi consuelo? Oigo la voz que sale de vuestro corazón y me asegura que todos vosotros decís sinceramente: sí, sí. Admitida la sinceridad de vuestra promesa, os doy un consejo que os será muy útil, y es el mismo que os ha dado ya vuestro director, formulado en estos términos: -si queréis ser felices en la vida y afortunados después en la bienaventuranza eterna, procurad huir del escándalo y recibid a menudo la santa Comunión. Tú, querido Lemoyne, que sé muy bien quieres mucho a tus alumnos, procura explicarles de manera clara y práctica mi consejo, y les proporcionarás un gran tesoro y a mí un verdadero consuelo. Necesito muchas oraciones en este momento y, mientras os aseguro que os recomiendo de una manera particular en la santa misa, os pido por favor una santa Comunión según mi intención y a vuestra comodidad. La gracia de Nuestro Señor Jesucristo esté siempre con nosotros. Saludos especiales para don Juan Bautista Lemoyne. Recomienda a todos, especialmente a los sacerdotes, que recen mucho para que lleguen a buen término los muchos y graves asuntos que llevo entre manos. Entrega la carta adjunta a don Santiago Costamagna y el tema de la misma quede reservado, por ahora, sólo para vosotros dos. En Jesucristo vuestro, Roma, 5 de enero de 1874. Vía Sistina, n.° 104 Afmo. amigo JUAN BOSCO, Pbro. ((**It10.741**)) Carísimos don Miguel Rúa y todos los que vivís en el Oratorio de Turín: Hace poco tiempo que me separé de vosotros, queridos hijos míos, y tengo muchas cosas que deciros y escribiros. Os diré, pues, que es tan grande el afecto que os tengo que donde quiera esté no ceso de pedir a Dios por vuestro bienestar espiritual y temporal. (**Es10.673**))
<Anterior: 10. 672><Siguiente: 10. 674>

Regresar a Página Principal de Memorias Biográficas


 

 

Copyright © 2005 dbosco.net                Web Master: Rafael Sánchez, Sitio Alojado en altaenweb.com