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((**Es10.344**) ((**It10.373**)) Cuenta el marqués Felipe Crispolti que: <>->>Sabes jugar a la barra? >>Los ojos del desdichado se iluminaron con una sonrisa de satisfacción. Entonces el sacerdote, con aire de quien ha hecho una preciosa adquisición, se volvió a los presentes y dijo seriamente. >>-Este me sirve. >>Y lo aceptó. Pasaron unos años, y un buen día anunciaron al conde Balbo la visita de un salesiano, cuyo nombre le era desconocido. Mandóle pasar y entró un sacerdote de buen porte, conversación animada y aspecto inteligente. Este le dijo: >>-Usted no me reconoce: soy aquel muchacho que, en tales y tales circunstancias, fui aceptado por don Bosco en casa de usted en Nizza. >>En conclusión, don Bosco había leído hondo en las facciones de aquel pobre muchacho y había logrado hacer de él un hombre capacitado para dirigir un colegio importantísimo>>. Llegaba el curso escolar a su fin. De los treinta y un alumnos, que habían terminado el curso de retórica, es decir, el quinto año de bachillerato y que se habían examinado en el Intituto Real de Monviso, sólo cinco fueron suspendidos. Los examinadores del Oratorio quedaron también muy satisfechos del éxito de los alumnos. El 8 de septiembre se celebró el reparto de premios. Hubo misa de comunión general, comida especial y una plática paternal de don Bosco. íLástima que nadie pensara en tomar nota de las palabras, que él pronunciaba en tales ocasiones! íCuán preciosas y útiles hubieran sido para nosotros y para todos los que vendrán a su escuela! El reparto de premios se revistió con la alegría de una fantástica composición musical del maestro De-Vecchi, cuya descripción traemos aquí. 1.° La noche. El lento sonido de la música representa la noche. El jovencito, abismado en el pensamiento de que al día siguiente saldrá de vacaciones, no puede conciliar el sueño y, mientras da vueltas en la cama, oye la respiración de sus compañeros, que duermen tranquilos a su alrededor, y el lejano croar de las ranas, el lamento del ruiseñor, el grito del búho, tan bien expresados por algunos instrumentos que parece se oyen de veras. ((**It10.374**)) 2.° La aurora. Una breve melodía, ni triste ni totalmente alegre, ofrece la (**Es10.344**))
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