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((**Es10.1013**) 3. El Catequista.-Recuerde el Catequista que el espíritu y la moralidad de nuestras casas dependen del florecimiento del Clero infantil, de las Compañías de la Inmaculada Concepción, del Santísimo Sacramento y de San Luis. Procure que todos, especialmente los Coadjutores, tengan comodidad para confesarse y recibir la comunión. Si hubiera alguno entre el personal del servicio doméstico necesitado de instrucción, preocúpese de que no le falte nada y pueda recibir la Eucaristía y la Confirmación, ayudar a la Santa Misa y cosas por el estilo. Hable, con alguna anticipación, a los alumnos de las solemnidades a celebrar, y, con breves pláticas o con algún ejemplo oportuno, las prepare con el mayor decoro y pompa posibles. 4. Los Maestros.-Los Maestros sean los primeros en entrar en el aula y los últimos en salir. Amen por igual a todos sus alumnos; animen a todos y no desprecien a ninguno. Tengan compasión de los más atrasados, cuídenlos y pregúntenlos a menudo, y si hace falta, hablen con quien corresponda para que sean ayudados también fuera de la clase. Todo profesor debe pensar que es un maestro cristiano y, por tanto, cuando la materia escolástica o la oportunidad de las fiestas ofrece la ocasión, no deje de sugerir una máxima, un consejo, un aviso a sus alumnos. 5. Los Asistentes.-Todos los que ejercen la autoridad en las clases, en los dormitorios, en la cocina, en la portería y en cualquier parte de la casa, sean puntuales en sus deberes, cumplan las reglas de la Sociedad, sobre todo las prácticas religiosas, y trabajen con la mayor solicitud para impedir las murmuraciones contra los superiores, contra la marcha de la casa, y especialmente insistan, recomienden, y no omitan nada para impedir las malas conversaciones. 6. Se recomienda encarecidamente a todos que comuniquen al Director todo lo que puede servir de norma para promover el bien e impedir la ofensa del Señor. Dijo un día el Señor a uno de sus discípulos: Hoc fac et vives; haz esto, es decir; guarda mis preceptos y tendrás la vida eterna. Así os digo yo, queridos hijos míos, esmeraos por practicar lo que os ha expuesto este vuestro Padre, que tanto os quiere, y tendréis la bendición del Señor, gozaréis la paz del corazón, triunfará la disciplina en nuestras casas y veremos a nuestros alumnos crecer ((**It10.1104**)) de virtud en virtud y marchar seguros por el camino de su eterna salvación. La gracia de Nuestro Señor Jesucristo sea siempre conmigo y con vosotros, para que todos podamos amarle y servirle constantemente en esta vida e ir un día a alabarlo y bendecirlo eternamente en el Cielo. Así sea. Turín, 15 de noviembre de 1873. Afmo. en Jesucristo JUAN BOSCO, Pbro. 4.¦ SOBRE LA MANERA DE PROMOVER Y GUARDAR LA MODESTIA ENTRE LOS JOVENCITOS, que la divina Providencia tiene la bondad de confiarnos. <<íQué grande es la virtud de la castidad! Mientras brille entre nosotros, mientras los hijos de san Francisco de Sales la estimen practicando la vida retirada, la modestia, la templanza y todo lo que hemos prometido a Dios con voto, siempre tendrá entre nosotros un (**Es10.1013**))
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