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((**Es1.415**) altura para arrancar hojas con que cuidar a los gusanos de seda; cayó al suelo y del golpe quedó sin sentido. Al volver en sí, se dio cuenta, con gran sorpresa, de que no se había hecho ningún daño; pero, estaba todavía sentada en el suelo dando gracias a Dios cuando le cayó encima la rama desgajada, causa de su desgracia; tal golpe le dio en la frente que le dejó una señal que conservó mientras vivió. íQué bueno es el Señor con los que le temen! De cuántas maneras premió a Margarita haberle guardado tan cuidadosamente el sagrado depósito que le había entregado en la persona de su hijo Juan. Está escrito: <>. 1 Pero el premio más apreciado y querido para Margarita será ver descollar en el corazón de su hijo las virtudes, cuya semilla ella había ((**It1.523**)) depositado; leer en sus ojos la inmensa paz de su conciencia; gozar de su inalterable felicidad por haber correspondido a la divina vocación; comprobar que se entrega completamente a promover la gloria de Dios; observar la manifiesta y continua protección que la divina Providencia dispensaba a sus empresas; verlo siempre preocupado por la salvación de las almas, la destrucción del pecado; contemplarlo totalmente lleno de aquella alegría, que engendra el pensamiento de la presencia de Dios, como lo describe el real Profeta: <>2 1 Eclesiástico, XXX, 2. 2 Salmo, 104, 33. (**Es1.415**))
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