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((**Es1.405**) o en la cara él enfadado: -Déjame, decía, déjame tranquilo; -y se retiraba enseguida de allí. >>Tenía mucho cuidado en los recreos al hablar y tratar con los compañeros. Hablaba siempre con gran estima de los superiores, a quienes manifestaba grandísimo respeto; nunca se le oyó quejarse de lo que servían en la mesa, como a veces sucede, ni de ninguna otra cosa; no podía soportar que un alumno del santuario dejara escapar palabras menos honestas, o contra la caridad del prójimo, o de crítica de los superiores ((**It1.509**)). >>Se destacó además en él una singular humildad y mansedumbre, cuando su conducta irreprochable le atrajo en algún momento la malevolencia de algunos, los cuales como a supuesto espía, le acusaron ante los superiores; pero él lo soportó todo con humildad, paciencia y mansedumbre, y supo vencer el mal con el bien, de modo que bien pronto cesó la tempestad sobre él, y el sentimiento de envidia de los malévolos hubo de cambiarse en veneración y afectuosa amistad. >>Se nos asegura que, habiéndose escogido dos o tres colegas del mismo curso y de las mismas inclinaciones, procuraba entretenerse con ellos, y se animaban mutuamente en el género de vida abrazado; su conversación era de temas escolares, y de cosas espirituales, referentes al fin sublime de la vocación eclesiástica, sobre todo de la fuga del mundo y el celo por las almas. >>Me place referir aquí algunas frases que repetía muchas veces, y que servirán para manifestar mejor la hermosura de su corazón. >>Una vez me preguntó en confianza qué medio me parecía más seguro para adelantar en el amor a María; le respondí como mejor supe, y le hice a mi vez esta pregunta: ->>Cree usted que María puede mucho en nuestro favor? -El mirándome con aire de admiración, respondió: -íEstaría bueno que un seminarista dudara de ello! -Y luego añadió: -Si no fuera injuriar a Dios, diría que María es igual a El, porque quod Deus imperio, tu prece, Virgo, potes; - y lo repitió varias veces, queriendo decir, según el sentir de los santos Padres, que María ha llegado a ser omnipotente por gracia, como su Hijo Jesús lo es por naturaleza. >>En otra ocasión le pregunté si estaba contento en el seminario. -Contentísimo, me respondió; porque aquí puedo ((**It1.510**)) aprender verdaderamente a ser un buen sacerdote. -Y >>desea mucho, insistí yo, ser sacerdote? -Lo deseo muchísimo, me dijo; pero la dificultad está en que antes de llegar a serlo, es necesario que me haga santo... que me haga santo... santo. -No se extrañe V.R. de este modo de (**Es1.405**))
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