Regresar a Página Principal de Memorias Biográficas


((**Es1.369**) en su conducta. Veía en él más atención de la acostumbrada en las oraciones y ejercicios de piedad y especialmente mayor frecuencia de la santa Comunión. A veces le oía exclamar: -íAh! íquién pudiera oír decir al Señor en el momento de partir de este mundo aquellas consoladoras palabras <>, ven, siervo bueno y fiel! -Su meditación ordinaria era sobre el infierno, para concebir mayor horror al pecado. ((**It1.459**)) Pero dejemos la pluma a don Bosco: <>Fue precisamente este año cuando yo le arranqué el secreto de cómo hacía para rezar sin distracción. -Quieres saber, me decía, cómo me pongo para rezar? Es una representación imaginaria del todo material que te va a hacer reír. Cierro los ojos y con el pensamiento penetro en una gran sala, cuyo techo está sostenido por innumerables columnas, y adornada con arte extraordinario; al fondo de la misma destaca un trono majestuoso, sobre el cual me imagino sentado a Dios con toda su infinita majestad; tras él se sitúan los infinitos coros de los bienaventurados. Esta representación material me sirve maravillosamente para elevar mi pensamiento a la infinita Majestad de Dios, delante del cual me postro y con todo el respeto que me es posible empiezo mi oración->>. ((**It1.460**)). Durante la cuaresma (1839) hicieron los seminaristas de Chieri los santos ejercicios espirituales. Juan los hizo con sentimientos de la más viva devoción. <(**Es1.369**))
<Anterior: 1. 368><Siguiente: 1. 370>

Regresar a Página Principal de Memorias Biográficas


 

 

Copyright © 2005 dbosco.net                Web Master: Rafael Sánchez, Sitio Alojado en altaenweb.com