Regresar a Página Principal de Memorias Biográficas


((**Es9.773**) Se expuso el cuadro en el Oratorio. Cuando se vendieron los boletos, se publicó en la Unidad Católica el número premiado. Agradecido a sus jóvenes bienhechoras, don Bosco hizo imprimir cuatrocientos ejemplares con la siguiente circular, a la que quiso dar amplia difusión: Mayo de 1870 Benemérita Señorita: Como prueba de agradecimiento a las beneméritas señoritas que colaboraron en la rifa a favor de la iglesia de María Auxiliadora, he pensado celebrar la santa misa según su piadosa intención el día 23 del corriente mes, a las nueve de la mañana. Por si usted desea asistir, le invito a ella con la debida deferencia. Después de la misa, si no tiene inconveniente, pase a la sacristía, donde se le entregará una estampita de María Auxiliadora. Dios la bendiga y conceda muchos años de vida feliz, mientras, con verdadero reconocimiento, me cabe el honor de profesarme. De V.S.B. Su seguro servidor JUAN BOSCO, Pbro. íQué bonito es el agradecimiento de los santos! Y llegó el gran día 24, así descrito por la Unidad Católica del martes, 31 de mayo. Con verdadero placer hemos asistido a la fiesta celebrada en Turín en el templo dedicado a María Auxiliadora. Fue un verdadero triunfo religioso. Asistió un gentío inmenso de la ciudad y de fuera. Desde las cuatro de la mañana hasta la una de la tarde dos sacerdotes distribuían casi ininterrumpidamente la sagrada eucaristía a los devotos. Se interpretó una música bellísima, pero superó la expectación pública el himno original de don Juan Cagliero, que recuerda la famosa batalla de Lepanto. Se había corrido la voz y fueron muchos los ciudadanos que cerraron sus comercios para asistir. Eran las seis de la tarde; al menos diez mil oyentes se apiñaban en la espaciosa iglesia, ((**It9.871**)) y un sinnúmero de gente estaba fuera. La orquesta, los bajos, los tenores, los solistas, los coros, los sopranos, los contraltos y las voces estaban de tal suerte combinados, que, si por un lado parecía un drama guerrero, por otro representaba al vivo las glorias de María en la famosa victoria de Lepanto, tal como está literalmente descrita en el himno de la solemnidad. Nos gustó en todas sus partes, máxime el delicioso cuarteto de contraltos: Virgines castae, puerique puri, etc. (las castas vírgenes y los niños sin mancilla, etc.). Resultó grandioso y devoto el Tantum ergo cantado por bajos y tenores, con trescientos sopranos desde la cúpula.Cerró la hermosa jornada un amenísimo disparo de fuegos de bengalas, en forma de batalla, realizado en el patio del establecimiento. Eran padrinos de la fiesta el conde y la condesa Giriodi de Monasterolo. (**Es9.773**))
<Anterior: 9. 772><Siguiente: 9. 774>

Regresar a Página Principal de Memorias Biográficas


 

 

Copyright © 2005 dbosco.net                Web Master: Rafael Sánchez, Sitio Alojado en altaenweb.com