Regresar a Página Principal de Memorias Biográficas


((**Es9.650**) Otras veces, después de haber recibido algún donativo al anochecer, díjole al mismo: -Si fuese conveniente ir a llamar a esta hora a la puerta de los acreedores, me desharía de este dinero esta misma noche. <((**It9.729**)) citado José Rossi, que estaba tan contento cuando tenía dinero, como cuando no lo tenía. Me preguntaba una vez: >>->>A cuánto ascienden tus deudas? >>Y al responderle yo que llegaban a centenares y millares de liras, me dijo: >>-íYa pagaremos, ya pagaremos! He hecho muchos cálculos y todo se pagará>>. Nosotros mismos hemos admirado después muchas veces su solicitud al recomendar a sus subordinados que ejercieran con el máximo escrúpulo de conciencia la virtud de la justicia: y eso lo repetía continuamente en los sermones. Precisamente por esta virtud y constante atención y premura para pagar las deudas, sus proveedores o empresarios estaban dispuestos a suministrarle cualquier mercancía, o a hacerle cualquier trabajo. Muchos le decían: -Estamos más seguros de lo nuestro trabajando y vendiéndole a usted que no a ningún otro, por muy comerciante que sea. Y repetían a José Rossi: -íAh, si todos hicieran lo mismo que se hace en el Oratorio, daría gusto servir! Cuando venimos al Oratorio, nunca volvemos a casa sin recibir alguna cantidad a cuenta, y pronto o tarde el saldo. Otros atestiguaban: -Don Bosco paga bien. Ojalá tuviéramos muchos clientes, de quienes pudiéramos estar tan seguros como de él. A veces, tarda en pagar, pero, paciencia: estamos seguros de que seremos pagados. Hasta los judíos tenían plena confianza de ser pagados por don Bosco a su debido tiempo, y con gusto le abrían cuentas corrientes y hacían contratos con él, sin más fianza que su palabra. Por fin, era tan grande la fama de su justicia que muchos de sus acreedores recurrían también a él para resolver pacíficamente sus cuestiones y siempre recibían consejos de éxito para la paz y concordia de las familias. Esta confianza era también recompensada de otro modo. Parecía que el Señor se complaciera en bendecir de ((**It9.730**)) manera muy particular a los que prestaban fe a su Siervo. Consta que ellos mismos (**Es9.650**))
<Anterior: 9. 649><Siguiente: 9. 651>

Regresar a Página Principal de Memorias Biográficas


 

 

Copyright © 2005 dbosco.net                Web Master: Rafael Sánchez, Sitio Alojado en altaenweb.com