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((**Es8.862**) en las palabras y tan recto en sus juicios, que sus conclusiones eran aprobadas por todos. Y precisamente en una de estas comidas dadas en honor de don Bosco en Mornese, se dijo que en Ovada había una muchachita que afirmaba habérsele aparecido la Virgen. El anuncio había hecho mucho rumor, singularmente por las circunstancias que le acompañaron. Había entre los convidados unos que negaban la aparición, otros que la contaban en el número de las imposturas o alucionaciones. Algunos sostenían la realidad y citaban la Salette, Lourdes, etc. Los que se oponían respondían a estas razones que los franceses eran demasiado fáciles y entusiastas para creer. Don Bosco callaba. Tal era el ardor de la discusión que casi ninguno comía. Finalmente uno, dándose cuenta del silencio de don Bosco, le interpeló para que dijera su parecer. -Sí, sí, respondieron todos; don Bosco es el único que puede resolver la cuestión. Don Bosco, primero evitó entrar en la discusión, mas después dijo: ->>Qué quieren que diga yo? Si los franceses son demasiado crédulos, los italianos pecan de lo contrario. íSon demasiado incrédulos! Todos cerraron el pico. La realidad es que aún muchos años después, nunca se pudo juzgar si el hecho fue sobrenatural o dejó de serlo, porque había la malignidad de quien todo lo quería negar, a toda costa; y por otra parte había circunstancias que parecían verdaderamente maravillosas. Así decía el padre Leoncini de las Escuelas Pías, que era testigo de lo que sucedió en Ovada y que se enteró de las palabras de don Bosco que llamaron poderosamente la atención, por medio de un hermano suyo que se encontraba en Mornese. El último acto de don Bosco en el pueblo fue el de bendecir, asistido ((**It8.1016**)) por el clero, la capilla del colegio dedicada a la Santísima Virgen de los Dolores, cuya imagen presidía el altar mayor desde un bellísimo cuadro, y celebrar allí la santa misa. En una lápida, colocada bajo los pórticos, junto a la puerta de la capilla, se lee: El 13 de diciembre de 1867 -solemnemente -se dedicó esta iglesita -y -el sacerdote Juan Bosco -modelo de caridad y de celo -fue el primero en ofrecer en ella -la Hostia Inmaculada -invocando sobre el colegio naciente -y sobre el pueblo de Mornese -las bendiciones de Dios. (**Es8.862**))
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