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((**Es8.410**) Pero no faltó la influencia mágica de don Bosco sobre la juventud y su don de amansar los caracteres más difíciles de domar. Más de una vez había visto en los primeros días de la entrada de algún muchacho en el Oratorio, escenas violentas de indisciplina; pero, bajo la piel de una fiera que blasfemaba, había logrado formar poco a poco un dócil cordero y despertar la recta sensibilidad del corazón de la juventud. El no combatía, calmaba los ánimos con la bondad, descubría y hacía resaltar la parte buena de cada individuo y lo acercaba a Dios. Estos modos producían efectos de singular importancia, ya que no hay esfera en la sociedad para la que su espíritu santamente expansivo no haya preparado hombres de mérito, formados aun entre jóvenes procedentes del abandono, de la calle y de las plazas. Pues bien; llamó separadamente uno por uno a los recién llegados, y con dulce palabra ganó sus ánimos, porque casi todos tenían buen corazón. Los encontró dóciles ((**It8.480**)) a su consejo de confraternizar con los demás alumnos de la casa; investigó con ojo clínico los distintos talentos de cada uno; puso a unos a estudiar y a otros en los talleres; y ellos se sujetaron y se adaptaron a las costumbres del Oratorio y al trabajo. Hasta los que al principio se mostraron más reacios en su conducta exterior, no hacían nada reprobable; aunque alguno guardaba en sus adentros un poco de aversión a la disciplina del Oratorio. No obstante hubo quien escribió a Ancona protestando contra los parientes que habían querido mandarlos a Turín y quejándose de los delegados de la Comisión, a los que pedían su repatriación. -Nosotros no queremos trabajar, decían; y nos obligan a ello todos los días. La Comisión se inquietó con estas quejas y escribió a don Bosco: N.° 371 Ancona, 9 de septiembre de 1866 A la par de la presente, mando al Gobernador de esa provincia, el señor conde Carlos Torre, miembro de esta Comisión, la cantidad de dos mil doscientas liras rogándole las ponga en manos de V. S. Ilma., como pago de la suma total que se le debe por la pensión y equipo de los seis muchachos últimamente mandados a ese establecimiento y retirar el correspondiente recibo y compromiso, en todo semejante al módulo adjunto, que creo será aprobado por V. S. Ilma. Reciba mis más respetuosos saludos. El Presidente, C. MARINELLI (**Es8.410**))
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