Regresar a Página Principal de Memorias Biográficas


((**Es8.325**) Las primeras cuentas presentadas por el tipógrafo De Agostini, de 1853 a 1857, eran desesperadamente oscuras; las posteriores del teólogo Valinotti resultaban más claras. Pero la comprobación no podía hacerse deprisa; y el árbitro tuvo que emplear bastante tiempo. El resultado de su estudio fue el siguiente: -La deuda de las Lecturas Católicas a Monseñor, procedente de la venta del título de las cuatrocientas veinticinco liras en 1856 y de lo atrasado (3.388 liras) de la deuda con Birago, se estima en nueve mil cuatrocientas veintiocho liras. La deuda de Monseñor a las Lecturas Católicas, por los abonos retirados de 1853 a 1864, deducidos a los pagos por él hechos de 1853 a 1855 que sumaban mil seiscientas setenta y siete liras, resultaba de ocho mil doscientas sesenta y cuatro. Por lo tanto, la deuda de las Lecturas Católicas a Monseñor se reducía a mil ciento sesenta y cuatro liras. Mas, como quiera que el Obispo, según las cartas del canónigo Pinoli al teólogo Valinotti, había expresado el deseo de tener él la propiedad de las Lecturas Católicas; entonces concluyeron el Conde y el abogado, que se podría cambiar la primera propuesta, y si ((**It8.377**)) este cambio conviniese a Monseñor, podría él retener por entero la propiedad recayendo también enteramente sobre él la deuda con Paravía. Esta concentración de la propiedad de las Lecturas Católicas, llevaría naturalmente consigo los remanentes activos de la actual gestión y así éstos irían como compensación de los que don Bosco pudo haber realizado desde el 1864; y las ventajas que éste pudo haber percibido en los dos años de su gestión, servirían de recompensa por la obra prestada, obra ciertamente merecedora de gran consideración. Tales eran las conclusiones del arbitraje el día 22 de mayo. En los días 23 y 24 hubo todavía unas reuniones y en ellas don Bosco advirtió que los de Ivrea pretendían imponerle una gravosa condición, como resulta de su carta al conde Cays: Muy querido señor Conde: Cuando el otro día le confiaba a usted el arreglo o mejor, acabamiento de la controversia de las Lecturas Católicas, yo tenía en cuenta lo que momentos antes se había dicho en relación con el crédito Birago y los intereses de la cédula del señor Obispo de Ivrea. Pero ayer la cosa tomó un aspecto distinto, ya que se me cargaría la suma de cinco mil liras más. Yo, como director de una obra de beneficencia, no puedo asumir en conciencia la responsabilidad de esta deuda sin antes aclarar algunas cosas. Por lo tanto, si se me quiere adjudicar únicamente la deuda de Paravía, como indicaban en el pasado el teólogo Valinotti y el abogado Pinoli, lo acepto en el sentido entendido el miércoles. Si no se admite, puesto que se trata de una cantidad importante, yo dejaré otras (**Es8.325**))
<Anterior: 8. 324><Siguiente: 8. 326>

Regresar a Página Principal de Memorias Biográficas


 

 

Copyright © 2005 dbosco.net                Web Master: Rafael Sánchez, Sitio Alojado en altaenweb.com