Regresar a Página Principal de Memorias Biográficas


((**Es8.20**) Amigos míos, si llegara ahora la muerte, >>estaríais preparados? Creo que la mayor parte sí; pero algunos por desgracia no, porque se hallan en pecado mortal. íOh! Si ellos pudiesen ver el horrible monstruo que llevan a sus espaldas, se horrorizarían. Hace ya algún tiempo que les quiero avisar, mas he aguardado hasta hoy para ver si se convertían; ahora esperaré solamente unos días y luego les avisaré. Si yo quisiera, podría señalarlos uno a uno, pero no en público. Estén, sin embargo, seguros estos pobrecitos de que yo les avisaré. El demonio, queridos hijos míos, gira en derredor vuestro y yo lo veo, tratando de devoraros. Va a vuestras espaldas, ya os agarra de un pie, ya del otro y procura haceros caer agarrándoos los dos. Pero tenéis ante vosotros una hermosa Dama, que os tiende su mano y asiéndoos a Ella es imposible que caigáis. >>Qué diríais de aquéllos que, en tan gran peligro, rehúsan la ayuda de tan hermosa Señora, rechazan esa bendita mano, la golpean y la muerden con furia? La Señora retira su mano y les dice: -íDesgraciados! >>Rechazáis mi ayuda? Pues bien, perdeos, ya que así lo queréis. Yo lo he hecho todo para salvaros, pero vosotros no habéis querido, sois la causa de vuestra perdición. Mis queridos hijos, íqué horrible monstruo es vuestro enemigo el diablo! La hermosa Señora es María Santísima. 5 de enero María Santísima no agradece los obsequios de quienes quieren seguir viviendo en pecado. Hubo un hombre que durante mucho tiempo ofendía al Señor, pero cada día saludaba con alguna oración o invocación a la Madre de Dios. Invocaba a la Madre de Dios y a la par seguía su vida desordenada. Una noche se le apareció la Santa Madre de la misericordia. Iba ante Ella un hermoso joven que llevaba ((**It8.8**)) en la mano una fuente con deliciosos y delicados alimentos. Estaban éstos cubiertos con una servilleta muy sucia, manchada y maloliente. La Virgen le invitaba a comer de aquellos manjares, pero él respondía con asco: -Mi querida Señora, esa servilleta está tan sucia que se me revuelve el estómago y se resiste a comer. -Tampoco pueden agradarme tus devociones por los muchos pecados que cometes. >>Te gustarían a ti estos manjares, si no estuviesen cubiertos por esa servilleta tan sucia y maloliente? También me gustarían a mí, y mucho, tus oraciones, si no viese las culpas con que está cubierta tu alma. Dichas estas palabras, desapareció y el pobrecito, vencido por el reproche materno, fue a confesarse, cambió de vida y perseveró en el bien. 8 de enero Mis queridos muchachos, ayer empezó el carnaval 1. Quiero que también vosotros tengáis un carnaval alegre; por tanto, habrá una representación en el teatro por la noche; habrá algún extraordinario en el comedor y otras diversiones que os preparan vuestros superiores. Pero esto no es todo. Quiero que añadáis al carnaval material otro espiritual, y os diré por qué. Hay uno entre vosotros que querría hacer su carnaval: es el demonio, y yo no quiero que lo haga a costa vuestra. Por tanto, deseo que, a partir de hoy, ofrezcáis cada día un ramillete en favor del alma del purgatorio que necesita de esa obra buena para entrar en el cielo. 1 Carnaval. En Italia, todo el tiempo que va desde la Epifanía del Señor hasta el Miércoles de Ceniza. (N. del T.)(**Es8.20**))
<Anterior: 8. 19><Siguiente: 8. 21>

Regresar a Página Principal de Memorias Biográficas


 

 

Copyright © 2005 dbosco.net                Web Master: Rafael Sánchez, Sitio Alojado en altaenweb.com