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((**Es7.705**) Es preciso meterse en la cabeza que los estudios ajenos a nuestras asignaturas, hay que dejarlos. Si uno, que estudia latín, quisiera estudiar al mismo tiempo inglés y francés, >>qué lengua sabría al fin del año? El programa de la clase de latín ya es tal como para ocupar un ingenio despierto durante todo el tiempo de estudio. Hay jóvenes que leen mucho, pero no advierten que, con tanto leer, no hacen más que embrollar su mente. Hay muchos que leen poesías, novelas, narraciones, historias, libros clásicos no prescritos; son cosas buenas, si queréis, pero, en tanto descuidan demasiado su deber y dejan de adquirir los conocimientos necesarios. >>Pero, cómo ocupar el tiempo, cuando se ha terminado el trabajo y aprendido la lección? Cuando hubierais cumplido vuestro deber, si todavía sobra tiempo, repasad las explicaciones de los autores estudiados, volved sobre ciertas reglas de gramática que se os olvidaron, leed una página del libro de texto asignado, pero leedla con atención. En fin, no perdáis el tiempo leyendo las aventuras de Guerrin Meschino 1, la vida de Gianduja, o la de Bertoldo. Al daros estos consejos no ignoro la importancia y las ventajas de moderadas y juiciosas lecturas; pero es preciso que, al leer, observéis estas dos reglas: 1.¦ No hay que leer otros libros hasta después de haber cumplido los deberes de clase. 2.¦ No se lean, sin haber pedido consejo al propio maestro o a otros capaces de darlo, para que no os suceda que leáis libros inútiles, o que, además de ser inútiles, estén escritos en mal lenguaje, o que sean reprobables y dañen vuestra mente y vuestro corazón, insinuándoos máximas perversas. Aún tendría otra cosa que añadir. Prometí hablaros de los medios necesarios para conocer vuestra vocación. Esta noche os diré muy poco, reservándome para otra ocasión hablaros de ello extensamente. Muchos de vosotros llegarán a sacerdotes, muchísimos serán seglares. Mas no basta que vosotros digáis: me haré sacerdote, para llegar a serlo; o que, porque vosotros decís: yo no quiero hacerme sacerdote, vais a ser seglares. No y no; muchas veces Dios llama para sacerdotes a ciertos jóvenes ((**It7.829**)) que jamás lo soñaron, y muchas veces, jóvenes que se creían llamados al sacerdocio, ya clérigos con sotana, cambiaron de pensamiento. Por consiguiente, mientras tengamos tiempo, pidamos al Señor que nos enseñe el camino por donde debemos ir. Y la primera norma para acertar en nuestra vocación es la que nos sugiere san Pedro: Fratres, satagite ut per bona opera certam vestram vocationem et electionem faciatis (Hermanos, poned el mayor empeño para afianzar vuestra vocación y vuestra elección.) Llevad una vida llena de buenas obras, una vida en el santo temor de Dios. Todo cuanto hagamos, hacerlo a la mayor gloria de Dios, y entonces el Señor nos dirá lo que quiere de nosotros, por qué camino debemos marchar y qué carrera debemos elegir. La noche siguiente volvió don Bosco al tema de la muerte de Saracco, insistiendo de nuevo en la gran necesidad de estar preparados al gran paso, no descuidando la frecuencia de los Sacramentos. -<(**Es7.705**))
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