Regresar a Página Principal de Memorias Biográficas


((**Es7.589**) de acabar con él. A un punto determinado de la comida, un criado presentó al Obispo un vino como para hacérselo probar diciéndole que era una bebida sumamente deliciosa. Apenas lo hubo gustado, exclamó el Obispo: >>-Qué vino más bueno; no recuerdo haber probado en mi vida otro igual. ((**It7.696**)) >>Al oír esto los comensales, pidieron que les sirviesen a ellos también, pero el sirviente tenía orden de que, apenas hubiera servido al Obispo, fuese al momento a arrojar la botella a un profundo canal. Los comensales seguían insistiendo para que también a ellos se les sirviese de aquel vino y, al no verse complacidos, comenzaron a ofenderse seriamente. Pero fue un bien para ellos, que no lograran beberlo, pues les hubiese tocado la misma suerte que al Obispo, quien, poco después, sintió que se le destrozaban las entrañas con acerbos dolores y murió. >>Cuando leí este suceso pensé que era un bonito ejemplo de lo que les ocurre a los jóvenes. íAy de ellos, si se les concediese lo que con frecuencia piden con palabras y con hechos! íCuántas veces se envenenarían! Y dígase esto especialmente en lo que se refiere a la modestia. Querrían ir con ciertos amigos, desearían seguir con ciertas amistades y los Superiores no quieren. En realidad hay alguno que tiene su aquel de malicia, la deja entrever a los otros y los inocentes, por curiosidad, piden enseguida explicaciones y por desgracia las entrevén para su daño, y son dadas por aquellos desgraciados que hacen el oficio de demonios; y, en tanto, los incautos beben el veneno. Si reflexionasen en el ejemplo de Domingo Savio e hiciesen como él, no serían engañados. Este muchacho, invitado a ir a bañarse, respondió: >>-Pediré permiso a mis padres. >>-íAh no!, replicaron los compañeros: no te lo darían. >>-Entonces es señal de que es malo el hacerlo; así que no voy. >>-Mis queridos amigos, tened en cuenta las prohibiciones de vuestros Superiores y, si prevéis que les disgusta la acción que estáis a punto de ejecutar, no la hagáis nunca. Cae en vuestras manos un libro? Antes de leerlo, pensad: estará contento don Bosco de que lo lea? La conciencia os responderá. Recibís un papelito de un compañero? Preguntaos: qué concepto se formarían de mí los superiores si lo viesen? Rompedlo inmediatamente o mejor ((**It7.697**)) presentadlo al asistente; será una prueba de vuestra bondad; pero no contestéis nunca a semejantes billetitos. Veis a algunos en un corro, que hablan misteriosamente, mirando a hurtadillas si se aproxima un (**Es7.589**))
<Anterior: 7. 588><Siguiente: 7. 590>

Regresar a Página Principal de Memorias Biográficas


 

 

Copyright © 2005 dbosco.net                Web Master: Rafael Sánchez, Sitio Alojado en altaenweb.com