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((**Es7.397**) de Dios, todos hicieron un examen estupendo. Presentóse primero el clérigo Cerruti, el cual dejó maravillados a los examinadores por sus contestaciones, que manifestaban la amplitud y profundidad de su saber. El famoso pedagogo, abate Rayneri presidía una de las Comisiones examinadoras. Cuando vio en el aula al profesor Vallauri, abandonó su asiento y se acercó a él. Como se decía que Vallauri estaba demasiado ligado a don Bosco, habían acordado que él no examinase a los maestros del Oratorio, como le habría correspondido. ((**It7.464**)) Rayneri le preguntó ávidamente algo extraño: -Dígame, profesor, dígame, qué calificación debo dar a los maestros de don Bosco? -íQué gracia! contestó Vallauri; no les habéis examinado vosotros? -íEl busilis está en que saben, comprende, saben! -Me lo decís a mí? añadió el célebre latinista; son los mejores de mi curso. Los cuatro candidatos obtuvieron la mejor calificación y a Francesia y Cerruti les dieron, además, matrícula de honor. Estos buenos hijos de don Bosco fueron luego objeto de una imprevista y cordial ovación al salir del aula, por los numerosos compañeros estudiantes de Universidad que se congratulaban sinceramente de su brillante éxito. Era una especie de compensación para el corazón de don Bosco, que sentía aquellos días en su interior las ansiedades y angustias de sus hijos, que compartían con él el trabajo y la humilde gloria de su misión. Este examen produjo un poco de ruido hasta fuera de la Universidad, y no cesaban los profesores de admirar el éxito alcanzado. El profesor Prieri, presidente de la Facultad de la segunda Comisión, entusiasmado por la hermosísima prueba de saber, a la que había asistido, salió del aula con uno de sus examinados diciéndole: -íAh, sí; con don Bosco se estudia! Pero, mirad, creedme, no todos vuestros enemigos están solamente en la Universidad. También los tenéis en otra parte... y muy poderosos... Casualmente pasaba por allí el poeta Prati. -Juan, le dijo el profesor Prieri, venga y escúcheme. Es una lástima que esta mañana no se haya encontrado en la Universidad: habría presenciado el maravilloso examen de este señor. Sepa que con don Bosco se estudia y se estudia de veras. (**Es7.397**))
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