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((**Es6.541**) combatir contra los defensores del Papa; si era lícito a los reclutas no presentarse en los cuarteles y desertar. Don Bosco respondía: -Vayan a hacer una buena confesión. Es el mejor consejo que yo puedo dar. En aquellos trastornos sufrieron gravísimos daños e injurias, obispos, sacerdotes y religiosos. El 28 de septiembre fue arrestado el cardenal De Angelis, arzobispo de Fermo, para ser deportado a Turín, adonde llegó el 5 de octubre y fue conducido a ((**It6.717**)) la residencia de los Paúles, donde ocupó dependencias abandonadas por el cardenal Corsi. Entretanto el ejército piamontés pasaba de los Estados del Papa al reino de Nápoles para socorrer a Garibaldi a quien ponían en gran aprieto los soldados borbónicos. Pero éstos, vencidos el 2 de noviembre a orillas del Garellano, y expulsados de Capua después de un breve sitio, unos se dispersaron y otros se retiraron a Gaeta junto a su Soberano Francisco II, traicionado por Napoleón, abandonado por su aliada Rusia y perdida ya toda esperanza de ayuda por parte de Austria. Don Bosco había manifestado alguna opinión suya particular sobre el porvenir de este último imperio, pero no nos ha sido posible conocerla, a pesar de haber preguntado a varios de sus más íntimos antiguos alumnos. Traslúcese esto de una indicación de la crónica de Ruffino expresada en estos términos: << 19 de septiembre. Don Bosco soñó: Mira: una gran victoria alcanza el valor de Austria; mas después con esa gloria el trono también caerá>>. (**Es6.541**))
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