Regresar a Página Principal de Memorias Biográficas


((**Es6.208**) Mientras tengo el gusto de poderle dar esta buena noticia y notificarle que la correspondiente orden de pago está ya a su disposición en la Tesorería de la Orden, debo también advertir a usted que es una subvención totalmente excepcional y sin ninguna clase de consecuencias, por lo que no podría considerarse como un precedente para los años siguientes, ya que está motivada únicamente por las extraordinarias circunstancias de este año. Le renuevo los sentimientos de mi particular aprecio. El Primer Secretario de S.M. Primer Presidente CIBRARIO Algunos meses después, el 12 de enero de 1860, concedíale otro subsidio de doscientas liras el Ministro de Gobernación Rattazzi, que el secretario Capriolo le notificaba en los términos siguientes: ((**It6.266**)) Con motivo de ayudar a la administración del internado para muchachos pobres abandonados de esta ciudad, ha determinado este Ministerio conceder a su fundador y director don Juan Bosco la subvención de doscientas liras, y ha dado orden de despachar el correspondiente mandato a tal destino. Este mandato será exigible a su tiempo, en la Tesorería del distrito de Turín. Estos auxilios evidentemente no guardaban proporción con la necesidad; pero, teniendo en cuenta los grandes gastos de la guerra, tampoco eran despreciables. Demostraban por lo menos que el Rey y su gobierno reconocían la utilidad de la Obra y espoleaban a los ciudadanos privados a socorrerla con sus propias dádivas. Mientras tanto don Bosco, como el número de muchachos internos iba en aumento, hizo construir aquel año al empresario Juvenal Delponte un edificio de una sola planta en la estrecha parcela del patio orientada al norte, apoyado contra la tapia y paralelo al antiguo cobertizo transformado en capilla. Lo dividió en tres salas bastante grandes, para emplearlas como aulas. En la misma línea, a la derecha del zaguán que se abría en el centro del Internado, se levantó otro barracón con el lavadero y un cobertizo antiguo para leñera. Estas construcciones se mantuvieron en pie hasta 1873. A la par de estos trabajos, se hacían en el Oratorio los preparativos para la excursión a I Becchi. Los muchachos estaban locos de alegría, pues don Bosco les había anunciado que la excursión de aquel año sería algo extraordinario. El maestro de la banda ensayaba con los músicos, pequeños y grandes, todo un nuevo repertorio de marchas, sinfonías y piezas por él compuestas; y adaptaba para la misma banda el acompañamiento de una misa, unas vísperas y algunos Tantum ergo para la reserva solemne de la Eucaristía, en las (**Es6.208**))
<Anterior: 6. 207><Siguiente: 6. 209>

Regresar a Página Principal de Memorias Biográficas


 

 

Copyright © 2005 dbosco.net                Web Master: Rafael Sánchez, Sitio Alojado en altaenweb.com