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((**Es6.195**) por el clérigo José Bongiovanni, en honor del santo patrono de la juventud, manifiesta el talento poético nada común del autor. En las familias se lloraba a los muertos en batalla, o temblaban por la suerte de los supervivientes. Parecía que la guerra iba a ser larga. Las tropas aliadas cruzaron el Mincio y acamparon frente a plazas formidablemente fortificadas, difíciles de expugnar, si no era después de largo asedio. Todos preveían junto a Verona otra sangrienta batalla como la de Solferino. Los barcos de guerra franceses habían entrado en el Adriático y se unían con la escuadra sarda en Antívari. Se había fijado el diez de julio para asaltar Venecia. En medio de la agitación general don Bosco anunciaba la paz. Así nos lo escribía la Condesita Sor Filomena Cravosio: <((**It6.248**)) me rogó una tarde que la acompañara para visitar a don Bosco. Sucedió algo extraordinario: don Bosco nos hizo pasar al refectorio, donde acababa de cenar con sus sacerdotes, los cuales estaban todavía a su alrededor. Un poco más lejos había unos alumnos sentados, quién sobre una mesa, quién sobre un tosco banco, que ensayaban un canto con los papeles de música en la mano. De vez en cuando se acercaba un muchachito a don Bosco, le decía una palabrita al oído y él respondía con la misma reserva. Nos saludó con muy pocas palabras y nos hizo sentar junto a él. Habló de cosas indiferentes, y de cuando en cuando dirigía a mi madre una expresiva mirada. Cuando hubieron salido del refectorio todos los sacerdotes, dijo a mi madre: >>-Señora Condesa, sé lo que usted quiere decirme, pero sea valiente. (Y bajó el tono de voz.) Esta misma noche firmará Napoleón la paz y la guerra habrá terminado. >>Y mi madre replicó: >>-íEsto es imposible! Usted lo dice para consolarme, pero la realidad es muy diferente. >>Al día siguiente íbamos mi madre y yo, a eso de las siete de la mañana, a oír misa en la iglesia de San Dalmacio. Al atravesar la calle Garibaldi, entonces llamada Dora Grossa, oímos vocear a los vendedores de periódicos: >>íLa paz de Villafranca firmada esta noche por el Emperador Napoleón, Víctor Manuel y el Emperador Francisco II de Austria! (**Es6.195**))
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