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((**Es5.90**) Los parientes querían retenerlo, diciendo que, si se iba, demostraba que no le gustaba la persona que su hermano había elegido para esposa. ((**It5.110**)) -Haga mi hermano lo que quiera; yo os aseguro que estoy contento, contentísimo de su elección. >>Queréis más? >>Queréis que os deje una escritura notarial de que estoy contento? El 21 de noviembre volvía Cagliero al Oratorio, totalmente sano, y el 22, fiesta de Santa Cecilia, bendecía don Bosco la sotana y se la imponía a su querido hijo. El 5 de noviembre de 1855 autorizaba el Rector del Seminario Metropolitano, canónigo Vogliotti, al seminarista Cagliero para vivir con don Bosco, mientras asistía a las clases del Seminario y conseguía los oportunos certificados para presentarlos en la Curia Diocesana, antes de pasar el último examen del año escolar. Así lo establecían las ordenanzas del Excmo. y Rvdmo. Sr.Arzobispo en su circular del 1 de septiembre de 1834. La misma autorización había sido concedida a los otros seminaristas que habitaban en el Oratorio. Entre tanto don Bosco, siempre con la visión de la paloma en la mente y de los salvajes, parece que había confiado el secreto al prefecto don Víctor Alasonatti. Este se encontró un día con Cagliero y le dijo: -Tienes que procurar ser muy bueno, porque don Bosco me ha dicho cosas muy interesantes acerca de ti. Alrededor de 1855 se hallaban unos clérigos en derredor de don Bosco, sentado a la mesa. Y hablaban, medio en broma, sobre su futura condición. Don Bosco se calló un momento y, tomando un aire grave y pensativo, como entonces solía, miró uno a uno a sus alumnos y dijo: -íUno de vosotros llegará a obispo! El anuncio sorprendió a todos; riendo, añadió: -Pero don Bosco será siempre sólamente don Bosco. 1 Todos se echaron a reír, porque eran simples seminaristas y no habrían sabido señalar ((**It5.111**)) en quién podría cumplirse tal predicción. Ninguno de ellos pertenecía a una clase social elevada, sino que, más bien eran de condición modesta, por no decir pobre, y, en aquellos tiempos, solían ser elevados a la dignidad episcopal generalmente personas de noble estirpe, o, por lo menos, de singular ingenio y ciencia. Por lo demás, la posición social de don Bosco y de su Instituto era entonces tan modesta que, humanamente hablando, 1 Es decir, solamente sacerdote. (N. del T.) (**Es5.90**))
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