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((**Es5.24**) buena marcha del Oratorio, determinó no volver a pedirle al Señor semejante penitencia. -íEra yo un tonto!, decía a los chicos para disimular su virtud. Pero ellos sabían muy bien lo mucho que les quería su buen padre, aunque se empeñase en llamar tontería a su acto heroico de caridad. Un día vio a un muchacho atormentado por tan atroz dolor de muelas, que se ponía frenético. Díjole don Bosco: -Tranquilo; voy a rezar para que el Señor me pase una parte de tu mal. Respondió el muchacho que de ningún modo quería ((**It5.14**)) ver padecer a don Bosco, pero el buen superior mantuvo la palabra. Por la tarde, después de comer, don Bosco empezó a sentir un dolor de muelas cada vez mayor, hasta el punto que tuvo que llamar a su madre y decirle: -Por favor, no me deje solo, porque tengo miedo de echarme por la ventana. Este dolor me va a volver loco. Sin embargo, según su costumbre, no se arrepintió de su sacrificio, ni quiso pedir al Señor que le librara de aquel tormento; se atuvo a las consecuencias de su ofrecimiento. La buena Margarita, del todo acongojada, no sabía qué hacer, ni qué remedio buscar. Así pasó don Bosco una parte de la noche, hasta que el agudo dolor se hizo tan insoportable que llamó al joven Buzzetti y le rogó le acompañara a un dentista. Salieron, pues, en su busca y vieron sobre una puerta el rótulo de <>. Llamaron y se abrió la puerta pero el chico que se presentó dijo que el Señor Camusso estaba ya en cama. -Llámenlo, dijo don Bosco; vean si puede atenderme, porque sufro mucho. -Entonces pase, contestó el muchacho; mi padre sabe lo que es eso y se levantará con gusto. Efectivamente, el señor Camusso se presentó. Examinó la dentadura pero no encontró ninguna pieza picada: todas estaban sanas. Tan sólo aparecía tremendamente hinchada la mandíbula. ->>Qué hacer?, dijo el dentista; no me queda más remedio que hacer como cuando fermenta el licor en una cuba. Hagamos la prueba de sacar una muela. La prueba era difícil, puesto que había que sacar una muela sana y bien unida a las demás; pero en el estado ((**It5.15**)) en que don Bosco se encontraba se hubiera dejado arrancar todas. Seguro de que no(**Es5.24**))
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