Regresar a Página Principal de Memorias Biográficas


((**Es5.214**) noche mosquitos, mariposas y una clase de pulgas que no dejan dormir. Oí decir muchas veces a capitanes y generales que no temían a los cañones de los rusos, pero que se rendían ante estos bichitos, contra los cuales nada valen las uñas de un pobre campesino, ni la fuerza y la espada de los más valientes militares. Para hacerme idea cabal de aquellas tierras pregunté un día al capitán, que bondadosa y cortésmente me invitó a pasear don él después de comer, y él satisfizo mi curiosidad con estas palabras: <>Crimea, antiguamente llamada Táurida, es una península rodeada por el mar Negro y el mar de Azov. Está unida al continente por el istmo de Perekop, que es una lengua de tierra de casi cuatro millas. >>Los lugares algo conocidos por ti son Balaklava, Alma, Inkerman, Eupatoria, donde los aliados obtuvieron grandes victorias contra los rusos el pasado año. >>En la punta de la isla, hacia el mediodía, hay una colina bien fortificada, llamada torre Malakhov. Desde aquella colina se divisa la ciudad de Sebastopol y detrás de la ciudad hay otros fortines que pronto caerán en manos de los aliados. >>Hay muy pocos lagos y ríos. ((**It5.291**)) >>El Cernaya es un torrente respetable, que actualmente separa a los aliados de las tropas rusas, que pronto atacaremos nosotros. >>La población de Crimea apenas si llega a los doscientos mil habitantes, casi todos tártaros y siguen la religión de Mahoma. >>La capital de Crimea es Simferopol. Sus puertos principales son Kerch, Balaklava y Sebastopol que es el más fortificado. >>Es un país poco cultivado. Abundan los desiertos, por lo cual el calor es insoportable en el verano y el frío intensísimo en el invierno. >>Los principales productos son cereales, aceite, lino, cáñamo y tabaco; se cultiva la viña con óptimo resultado. Hay también buena cosecha de higos, aceitunas y granados, frutos que están muy expuestos al peligro de la langosta. Existe mucho ganado mayor y menor de vacas, camellos, cabras, carneros, caballos y asnos tan grandes como los de nuestros pueblos. íNo me refiero a ti! >>Hay también ciudades, montañas, ríos, lagos, playas que te quiero nombrar: Karabi, Jaila, Tkhadyz-dugh...>>. El simpático capitán pretendía seguir recitando toda una lista de nombres que yo no podía recordar, y ni siquiera pronunciar. Así pues, le di las gracias por su amabilidad y me fui a cumplir las órdenes de mi jefe, que precisamente en aquel momento me necesitaba. EL COLERA EN CRIMEA Apenas llegamos a Crimea, algunos soldados fueron víctimas de diversas enfermedades. La peor y que más daño hizo fue el cólera morbo. En un principio se creyó que era una enfermedad corriente ocasionada por el cansancio del viaje. Pero pronto pudimos convencernos de que era realmente el cólera, semejante en todo al que el año pasado asoló nuestros pueblos. También yo me asusté, pero cobré aliento y me dije: -Animo, Hombre de bien; ((**It5.292**)) la fortuna ayuda a los audaces; haz lo que puedas por el prójimo y confía en la Divina Providencia. Por tanto, me puse a ayudar a mi jefe con toda el alma, y a prestar a los enfermos el auxilio que podía. Pero las cosas tomaron un aspecto desagradable. Los casos y muertes del cólera (**Es5.214**))
<Anterior: 5. 213><Siguiente: 5. 215>

Regresar a Página Principal de Memorias Biográficas


 

 

Copyright © 2005 dbosco.net                Web Master: Rafael Sánchez, Sitio Alojado en altaenweb.com