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((**Es3.133**) Y se pusieron en viaje, como si Carignano estuviese a la vuelta de la esquina. Llegaron a Carignano a eso de las once de la mañana, polvorientos, cansados, hambrientos y enseguida preguntaron dónde estaba don Bosco. Apenas lo vieron: -íPor fin, don Bosco! Venga, venga. íQueremos confesarnos y comulgar! ->>Pero estáis aún en ayunas? -íClaro! En tales ocasiones don Bosco iba a la iglesia, les confesaba y les daba la comunión. Pero luego ((**It3.160**)) andaba apurado porque no quería dejarlos marchar en ayunas. Los párrocos, compadecidos, le sacaban de apuros, preparándoles algo para almozar. Después los muchachos subían al coro, cantaban las vísperas, las letanías y el Tantum ergo en música, como lo habían aprendido en las escuelas nocturnas. Nadie puede imaginar el asombro y la alegría de los campesinos al oír aquellos cantos. Desandaban después el camino y volvían a sus casas. Esto ocurrió muchas veces en Sassi, en Superga y en otros pueblos cercanos. Si llegaban a tiempo por la mañana, cantaban la misa, y por la tarde no cabían en sí de gozo cuando don Bosco volvía en su compañía. En aquellos tiempos todos los muchachos se querían confesar con él. Don Bosco invitaba a otros sacerdotes, entre ellos al padre Luis Dadesso, oblato de María; pero, pocos o ninguno querían confesarse con ellos. Por esto los confesores extraordinarios sólo se presentaban unos momentos o dejaban de acudir. Los chicos preferían se retardara la hora de la misa, aunque regularmente no se celebraba a una hora rigurosamente fija sino hasta que don Bosco, que debía decirla, terminaba las confesiones y se aguataban en ayunas para comulgar. De este tan singular cariño y tan conmovedora devoción hemos oído hablar a muchísimos que, ya hombres, decían de don Bosco: <>. Es imposible conocer los millares de auténticas conversiones operadas por la caridad de don Bosco. Nos complace relatar un hecho del cual fuimos testigos. Estaba la sacristía atestada de muchachos arrodillados; un mozo obrero, entre dieciocho y veinte años, alto y fornido, de aspecto ((**It3.161**)) serio, serio, se confesaba. (**Es3.133**))
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