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((**Es2.210**) obras que había de emprender, ya que está escrito: <>. 1 Terminó de escribir este librito en el Refugio, con el empeño de que fuera sencillo y claro. Antes de imprimirlo lo leyó a Pedro Malán, por sobrenombre Parín, primer fundador del Refugio y en aquel momento portero de dicho Centro. Digo fundador porque el buen hombre, al ver por las calles muchachas abandonadas por sus padres, a veces sin lugar donde recogerse, en medio de mil peligros, empezó, hacía algunos años, a recogerlas y llevarlas a su propia casa, encargando a su mujer que les hiciese de madre. Ella les preparaba la comida, las tenía en casa algún tiempo, aún de noche, el marido les proveía, con su trabajo, de lo necesario y se preocupaba de colocarlas a servir en una buena familia o en la tienda de alguna honrada mujer. La marquesa de Barolo, ((**It2.271**)) al enterarse de esta obra de heroica caridad, quiso tomarla a su cargo, fundó el Refugio, como ya dijimos, y puso a Parín de portero. El tal Malán tenía poca instrucción; así que, aún prestando toda su atención a la lectura de don Bosco, a veces no entendía. Por ejemplo, al escuchar la narración del joven albañil, favorecido por el Angel al caer del andamio, entendió que había pronunciado una blasfemia y exclamó: -íBien lo mereces, con Dios no se juega! - Don Bosco quedó sorprendido de ésta y de otras equivocaciones de su portero. Y al ver que era debido a su estilo, un tanto elevado, volvió con gran paciencia a rehacer el trabajo, se lo dejó de nuevo a Malán y esta vez lo entendió todo. El libro, impreso en 1845 en la imprenta de Paravía y extensamente difundido, sirvió para excitar en muchos la devoción al Angel Custodio, como aseguraba a nuestro don Rúa un piadoso sacerdote. 1 Salmo XXXIII, 8. (**Es2.210**))
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