Regresar a Página Principal de Memorias Biográficas


((**Es19.349**) Y, al llegar aquí, resumamos nuestras impresiones. La Missa XIX del maestro don Juan Pagella, en su complejo, presenta unas propiedades a las cuales creemos oportuno referirnos todavía rápidamente, resumiendo, en su complejidad, las principales características de la figura artística del ilustrísimo compositor. Nos parece que cada vez que Pagella traza la amplia línea polifónica, sirviéndose a un tiempo de los colores más vivos, se encuentra él en el ámbito y en la atmósfera más conforme con su índole en plena correspondencia con los propios ideales estéticos. De ahí nacen las mejores páginas ((**It19.424**)) de la <> como el Kyrie, el Gloria y el Agnus Dei. Cuando, en cambio, se propone un plan más sencillo el cual encuentre la propia eficacia en la expresividad melódica, que equivale a decir en la genuina inspiración libre del magisterio de la compleja polifonía, entonces, aun manteniéndose dentro de una línea noble y digna, el compositor queda como encerrado dentro de los confines y los límites de esa música litúrgica que ha formado y forma el repertorio más conocido y en uso durante estos últimos decenios en los cuales hay músicos egregios que han conquistado la fama, mas sin lograr elevarse a la esfera de estos ideales estéticos que en las mejores páginas del mismo maestro don Juan Pagella, con otros medios y otra técnica, se descubren, se sienten y se comprenden. Aún debemos hacer otra observación. La Missa XIX del maestro Pagella presenta ciertamente momentos de difícil ejecución, no tanto por su plan polifónico cuanto por la extensión de la voz de los sopranos. Ni siquiera Palestrina, a lo que yo recuerdo, llegó nunca al la agudo, y a continuación algún difícil gorjeo sobre la e y sobre la i. El coro salesiano de María Auxiliadora está ciertamente adiestrado para poder sostener una dificultad vocal semejante. Pero >>podrán otros coros hallarse en situación de exponerse a tan ardua prueba? íLo dudamos! Aquel lejano día en que el Beato Juan Bosco, casi inconscientemente, tuvo que componer su pequeña melodía Ah, se canie en son de júbilo, lo mismo que en el sueño que le proporcionó la visión de cómo tenía que ser regenerado el mundo moral por él, >>presentiría la posibilidad de que la frase que le salió del corazón y de los labios en un momento de ingenua y santa alegría, podría, por arte de un valioso discípulo suyo, podría resonar en su honor bajo las bóvedas de la Basílica de María Auxiliadora por él levantada, y más aún en el alma de los fieles orantes junto a sus restos benditos elevados a la gloria de los altares? íCiertamente que no! Pero en esta hora de gozo espiritual y de triunfo sin par, desde los inmensos Cielos que cantan la gloria suprema y eterna del Gran Dios, escucha él, sin duda, la propia voz a través de las múltiples voces de sus hijos, mientras, mirándoles con sonrisa paternal y bendiciéndoles, repite y exclama: Da mihi animas cetera tolle! JUAN TEBALDINI ((**It19.425**)) 14 Respuesta dada en nombre del Papa a las peroraciones y ruegos de los Abogados Consistoriales para la Causa de don Bosco y de las otras tres La causa que habéis dignamente expuesto, conforme a vuestro importantísimo oficio, es de tal naturaleza que mueve extraordinariamente el ánimo del Sumo Pontífice (**Es19.349**))
<Anterior: 19. 348><Siguiente: 19. 350>

Regresar a Página Principal de Memorias Biográficas


 

 

Copyright © 2005 dbosco.net                Web Master: Rafael Sánchez, Sitio Alojado en altaenweb.com