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((**Es19.285**) todas las autoridades; y entregó luego a la Princesa un magnífico cestillo de rosas y violetas. Apareció después en el palco el orador oficial. Era el senador Pedro Fedele, catedrático de Historia medieval y moderna en la Universidad de Roma, Ministro de Estado y exministro de Educación Nacional. Comenzó su discurso con la exaltación de Turín y del pueblo piamontés; recordó los contratiempos sufridos por la ciudad saboyana a través de los siglos; la floración de hombres santos, justamente enviados por la Providencia para acarrear adecuados remedios a los males que afligen nuestra tierra; la situación de la capital piamontesa a principios del ochocientos, aquella Turín que vieron y amaron S. José Cafasso, San José B. Cottolengo, San Juan Bosco. Y al llegar aquí, hizo revivir uno de los encuentros más significativos de Cottolengo y don Bosco, en el cual el Santo Fundador de la Pequeña Casa tuvo una clara y lucidísima visión de la obra que iniciaría el humilde sacerdote de I Becchi. -Don Bosco, díjole en aquella ocasión Cottolengo, tiene que ponerse una sotana más fuerte, para que los muchachos se le puedan colgar sin rompérsela, porque íun día serán muchos los que se le colgaran! íMaravillosa profecía! <>. ((**It19.344**)) A continuación el ministro Fedele examinó detalladamente la grandiosa Obra creada por el Santo. Describió con conmovedoras expresiones la primera conquista espiritual de don Bosco, la del pobre huérfano, recogido de la calle, el día de la Inmaculada de 1841, hasta llegar al 1846, cuando el Fundador de los Salesianos tenía ya en torno a sí más de cuatrocientos muchachos y podía disponer de una casa. Por fin, llegó al 1875, cuando partieron los diez primeros Salesianos misioneros hacia América. -íQuién sabe, había dicho don Bosco, si no será esto como una simiente de mostaza o de mijo, que se vaya extendiendo para hacer un gran bien! La realidad superó toda suerte de previsiones. Cuando él cerró los ojos, el año 1888, el granito había fructificado maravillosamente. Hoy es un árbol gigantesco, cuyas ramas hacen sombra por toda la tierra. <>. (**Es19.285**))
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