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Durante todo el año continuó distribuyendo
medallas con la imagen del Santo. A veces el
Pontífice se limitaba a anunciar el recuerdo que
pretendía dejar de la audiencia, y pasaremos por
encima de estos casos; en otras ocasiones, en
cambio, al anunciarlas acompañaba las palabras con
el elogio de su persona, de sus virtudes y sus
obras, aunque no siempre iba unido el regalito a
las alabanzas del Santo.
El día cinco de abril recibió a trescientos
cincuenta jóvenes de dos asociaciones alemanas:
dirigióles, en su propia lengua, un largo
discurso, en el que habló dos veces de don Bosco.
Primero lo nombró, al recordar la Pascua reciente.
<>. Y por fin,
al entregar por sí mismo las medallas
conmemorativas al jefe de la peregrinación para
que se las repartiese, y pensando en las difíciles
condiciones de los católicos en Alemania, añadió:
<((**It19.310**)) que es
la de la Iglesia; un hombre a quien no le faltaron
dificultades y obstáculos de toda suerte, pero
que, y Nos fuimos testigo personal de ello, estaba
siempre confiado y tranquilo, porque sabía y
proclamaba sin cesar, que trabajaba por Dios, y
sabía que Dios estaba siempre con él>> 1.
El día siete dio audiencia especial a una
numerosa peregrinación belga; y, como quiera que
entre los presentes se destacaba un grupo de
jóvenes exploradores, el Papa aludió directamente
a ellos en el discurso dirigido a todos, diciendo:
<>.
En aquellos mismos días recibió tres
peregrinaciones internacionales y en todas resonó
el nombre de don Bosco. Una era de estudiantes
universitarios pertenecientes a la Pax Romana. Es
una asociación universitaria internacional, cuyos
miembros forman parte de la Acción Católica y
tienen en su programa la finalidad especial de
servir en sus respectivos países a la causa de la
paz, suavizando las asperezas
1 L'Osservatore Romano, 6 de abril.
(**Es19.258**))
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