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((**Es19.222**) del clero turinés, del seminario de Chieri y de la parroquia de Castelnuovo; además, seis Inspectores salesianos con blandones encendidos. Veíase en el estandarte a don Bosco colocado sobre nubes, de rodillas ante María Auxiliadora invocando su protección sobre el Oratorio de Valdocco, pintado en la parte inferior; al dorso, estaba don Bosco en pie, con las manos juntas, sobre un fondo de luz y de azul, en el que se perfilaba la Basílica de San Pedro y el Palacio Apostólico. Parecía, como se había escrito de él, proyectado por la Iglesia a la vista de todo el mundo, cual modelo de perfección y santidad para las gentes, de unión con el Romano Pontífice, de fe en Dios y de filial devoción a María Santísima Auxiliadora. ((**It19.265**)) Hacía tres cuartos de hora que el público de la plaza y el del interior de la Basílica estaba contemplando este fantástico desfile cuando el Papa, hacia las ocho y media, salió de sus apartamentos y acompañado por su noble Antecámara eclesiástica y laica, escoltado por la Guardia Noble, precedido y seguido por la Guardia Suiza, se dirigía primero a la sala de las vestiduras, donde estaban reunidos los Cardenales. Desde allí, una vez revestido con los ornamentos sagrados (estola blanca con manto papal blanco recamado de oro, y mitra preciosa), se dirigió a la Capilla Sixtina con los Cardenales y empezó el sagrado rito. Después de administrar el incienso y entonar el Ave maris stella, tomó el más pequeño de los tres cirios, que le ofreció el cardenal Laurenti; luego, sentado ya en la silla gestatoria, precedido de la Capilla papal, descendió a través de la Sala Regia, hasta el portón de bronce. Un pelotón de la Guardia Noble, destinado al servicio de honor junto al altar papal durante la función, salió a la plaza, dando la sensación de que el cortejo papal se acercaba. La multitud se fue callando con atención. Y empezaron a salir los sargentos de la Guardia Suiza, seguidos por los <>; los Camareros de honor y secretos de capa y espada supernumerarios, los Procuradores del Colegio, el confesor de la familia pontificia con el predicador apostólico, los procuradores generales comunes pontificios portadores de las tiaras y mitras papales, los clérigos secretos, el abogado fiscal, los abogados consistoriales, los camareros secretos y de honor eclesiásticos, los capellanes cantores, los votantes de la Signatura papal, los clérigos de la Cámara Apostólica, los Auditores de la Sagrada Rota Romana con el Maestro de los Sagrados Palacios; los dos Capellanes secretos portadores de la tiara preciosa ordinaria y la mitra preciosa ordinaria del Pontífice, el Decano del Tribunal de la Signatura con el turíbulo, el (**Es19.222**))
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