Regresar a Página Principal de Memorias Biográficas


((**Es19.177**) no dejó de dedicarse a toda la obra grandiosa de iluminación de las mentes y difusión de la verdad, atendiendo al desarrollo de tan santas obras. Los Amigos de la Universidad Católica pueden aprender muchísimo de este modelo y Nos lo deseamos vivamente>>. El trece de abril salió de labios del Papa una nota patriótica y social, siempre a propósito de don Bosco. Monseñor Coppo, Obispo salesiano y misionero, había acompañado a una audiencia a doscientos pulleses, residentes en América del Norte y de viaje en Italia para volver a ver a la madre patria. Díjoles el Papa: <>. Se celebraba el 1930 el cincuentenario de la Obra de don Bosco en Roma. En efecto fue el año 1880 cuando León XIII le había confiado las obras de la iglesia del Sagrado Corazón de Jesús. Se conmemoró dignamente la fecha con fiestas que empezaron el once de mayo y terminaron el dieciocho. El once de mayo era la víspera de San Aquiles, día onomástico del Padre Santo, por lo que se eligió aquel día para tributar al Papa un digno homenaje. Participaron en la audiencia, con los alumnos de los Salesianos y las alumnas de las Hijas de María Auxiliadora, los Cooperadores de Roma. No eran en total menos de quince mil personas, las que llenaban el patio de San Dámaso. Don Pedro Ricaldone, en representación de don Felipe Rinaldi, que se había quedado en Turín por motivos de salud, leyó ante el Papa el siguiente saludo: ((**It19.209**)) Beatísimo Padre: Cuando hace cincuenta años se estableció nuestro Beato Juan Bosco en Roma, vio coronados sus deseos, por mucho tiempo acariciados, de tener establecida su Obra cerca del Papa, porque le parecía que, bajo la mirada del Vicario de Jesucristo, estaría más bendecida y santificada. Unióse a sus deseos la santidad de León XIII al confiarle la erección de un templo nacional al Sagrado Corazón de Jesús; eso duplicó la alegría del Beato, puesto que de aquella manera podía glorificar al Divino Corazón y cumplir un acto de obediencia solemne al Sumo Pontífice. Abrumado por la fatiga, recorrió Italia, Francia y España pidiendo la ayuda de los buenos para levantar en el centro del Catolicismo un gran hogar y devoción al Sagrado Corazón. Trabajosamente se acabaron las obras a tiempo para que él, ya decrépito, tuviese la satisfacción de asistir a la consagración del Santuario con la doble finalidad, como (**Es19.177**))
<Anterior: 19. 176><Siguiente: 19. 178>

Regresar a Página Principal de Memorias Biográficas


 

 

Copyright © 2005 dbosco.net                Web Master: Rafael Sánchez, Sitio Alojado en altaenweb.com