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((**Es19.172**) interés a las necesidades de las nutridas comitivas que a las de los peregrinos aislados. Hay que poner de relieve para la historia el comportamiento de la prensa de todo color. Las fiestas del Beato don Bosco tuvieron en ella tales crónicas de alabanza pública que, como muy bien observó el senador Marqués Felipe Crispolti 1, no se habría concebido unos años antes. En este noble aspecto se distinguieron, tanto como los demás, aquellos periódicos en cuyas columnas había sido don Bosco olvidado a menudo, contrariado o burlado mientras vivió. Por la gracia de Dios, la llegada del Fascismo había cortado la política irreligiosa o antirreligiosa de otro tiempo y la prensa se adaptaba a las nuevas normas. Los sesenta y un Obispos que habían participado en el triunfo de don Bosco, se llevaron a sus sedes un recuerdo tan agradable, que se apresuraron a escribir a don Felipe Rinaldi cartas desbordantes de afectuosa y agradecida admiración. El cardenal Gamba, una vez terminado el triduo, quiso transmitir al Padre Santo una relación fiel de los honores tributados en su Turín a don Bosco, describiendo su carácter eminentemente religioso. El Papa, por medio del cardenal Gasparri, Secretario de Estado, envióle una bonita respuesta, en la que se lee entre otras cosas: <((**It19.202**)) y especialmente el concurso de tanta gente a la función religiosa y a los Santos Sacramentos, son una pública manifestación de fe y piedad, que no pueden dejar de conmover vivamente el corazón del Padre Santo>>. Después de un triunfo tan espectacular venía a la mente la profecía de Renán 2: <>, El oráculo peseudo-científico no podía ser desmentido más clamorosamente. Al elevar Roma a don Bosco al honor de los altares, no había hecho más que dar forma canónica a un culto popular, popularísimo, si bien con popularidad contenida, porque así lo quiere la disciplina de la Iglesia. Pero, apenas habló Roma, viose que, si todavía viviéramos en los tiempos en que el pueblo cristiano incensaba y elevaba preces públicas a los hombres muertos en olor de santidad, pocas canonizaciones del pueblo habrían sido más rápidas y más universales que la canonización de don Bosco. 1 L'Italia de Milán, 14 de junio. 2 Etudes d'Histoire religieuse. (**Es19.172**))
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