Regresar a Página Principal de Memorias Biográficas


((**Es19.109**) la entrada. Pero a las diez, el salón debía estar libre y cerrado para todos, salvo para los médicos y las autoridades eclesiásticas, a fin de empezar las operaciones del reconocimiento. La peregrinación continuó durante todo el día y se redobló al día siguiente. De nuevo pudieron los fieles, aunque por pocas horas, acercarse al féretro; la mayor parte debió conformarse con visitar el lugar de la sepultura y la capilla superior de la Piedad. El día dieciocho comunicaba la prensa la siguiente noticia: <>. Pero ni esto logró detener a los turineses y forasteros, que se amontonaban en el patio, se esparcían bajo los soportales y rezaban ante la tumba vacía. Empezaron después a llegar los alumnos de diversos grupos escolares de la ciudad. Llegaban también flores en abundancia hasta convertir el lugar en un jardín. Los médicos debían realizar tres operaciones: librar el cadáver de toda la indumentaria que le envolvía, proceder al examen de la certidumbre y proveer a la conservación del esqueleto. El féretro, en su complejo, dio inmediatamente y a primera vista la impresión precisa de que, salvo la consunción natural causada con el tiempo, no había sufrido violación o fractura de ningún género, e importaba certificarlo ante todo. Damos una sumaria descripción del trabajo realizado. Los ornamentos sacerdotales cubrían todo el cuerpo. Los pies estaban dentro de los zapatos, consumidos y abiertos en la puntera por la maceración de la sutura. Junto a la cabeza estaba ((**It19.123**)) el bonete. Sobre el pecho reposaba un crucifijo de madera con el Cristo de metal oxidado y el escapulario de María Auxiliadora. Al lado había también otro escapulario de Nuestra Señora del Carmen. Los médicos separaron primeramente los residuos diversos de alrededor, los cuales fueron diligentemente recogidos en urnas de cristal apropiadas y con tapadera. A continuación empezaron a separar poco a poco el alba, el cuello, la sotana y lo restante, colocándolo todo en recipientes mayores de cristal. En otras urnas más pequeñas se encerraron a continuación las partes blandas ex carnibus y ex ossibus. Todo ello constituiría después buen material para formar reliquias, a cuyo fin ya tenía preparadas el Ecónomo general millares de pequeños relicarios. Mientras tanto los médicos habían sacado a la luz, aislado, el cuerpo, que, (**Es19.109**))
<Anterior: 19. 108><Siguiente: 19. 110>

Regresar a Página Principal de Memorias Biográficas


 

 

Copyright © 2005 dbosco.net                Web Master: Rafael Sánchez, Sitio Alojado en altaenweb.com