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((**Es18.82**) robusta y palabra vibrante; aunque se expresó en italiano su pensamiento fue captado con facilidad. Dijo así: ((**It18.85**)) Señores: Quisiera poseer vuestra lengua patria para expresar con ella mis ideas. No sé deciros lo que en estos momentos siente mi corazón; estoy muy conmovido, al considerar lo que esta reunión significa y, especialmente, por la condecoración con que me habéis honrado. Prometo conservar esta medalla como distintivo honorífico y glorioso; al verla, recordaré a la noble Asociación de Católicos y a los católicos de Barcelona; cuando llegue a Turín, la enseñaré con orgullo a mis queridos hijos y les recomendaré que imiten las virtudes de los católicos barceloneses; y, cuando vaya a Roma y vea al Padre Santo le diré lo mucho que le quiere en Barcelona la Asociación de Católicos y todo lo que ella hace en favor de la buena doctrina. Doy las más expresivas gracias al señor Presidente por las frases de inmerecido elogio que me ha dirigido en su discurso, cuyo tema principal ha sido el gran fruto que reporta a la sociedad moderna la institución de los Talleres Salesianos. Tengo un concepto muy elevado del entusiasmo católico que aquí reina y me congratulo con la ciudad de Barcelona, que fue en todo tiempo una ciudad eminentemente piadosa, y gozo al creer que será siempre así en lo porvenir, mereciendo por ello días gloriosos. Como población industrial, Barcelona ha de tener más empeño que otra alguna en proteger los Talleres Salesianos. De estas casas salen cada año cincuenta mil jóvenes útiles a la sociedad, que entran en talleres y oficinas para difundir buenas doctrinas; de esta forma, están lejos de las cárceles y de las galeras y se convierten en ejemplos vivientes de saludables principios. El joven que crece en vuestras calles, os pedirá, primero, una limosna; después, la exigirá; y, por último os obligará a dársela con el revólver en la mano. Como resultado de la misión civilizadora de los Talleres, puedo citar el fruto que obtienen las Misiones Salesianas en Patagonia, donde la religión de Jesucristo ya es conocida y practicada por más de catorce mil indígenas. Termino suplicando a esta honorable asamblea la ayuda de sus oraciones, a fin de que Dios bendiga los Talleres establecidos en la villa de Sarriá, destinados, sin duda, a mejorar la condición de los huérfanos pobres y abandonados. Tres veces le interrumpieron los aplausos; y fueron muy frecuentes las señales de viva emoción. Se hizo una colecta en favor de la obra salesiana, bendijo a los presentes y se disolvió la asamblea. Entonces empezó para él la más dura tarea, porque la asamblea entera se dirigió a él y lo tomó por asalto. ((**It18.86**)) No se trataba de una aglomeración de personas del pueblo, sino de la aristocracia que sabía respetar las formas; pero eran tantos que se cansó mucho, porque, para contentar a todos, daba a besar la mano a uno, a otro le daba una bendición especial, a otro le decía una palabra de consuelo. Volvió a Sarriá con las mismas personas que le acompañaron a la(**Es18.82**))
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