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((**Es18.690**) ((**It18.818**)) d) De monseñor Vicentini, obispo de Aquila Respondiendo a la comunicación que V. S. se ha dignado enviarme de la pérdida, nunca deplorada lo bastante, del venerando don Bosco, tengo que expresar los mismos sentimientos, con que la infausta noticia ha sobrecogido a todos. Era el hombre providencial que Dios había suscitado para confundir la apatía, el egoísmo y la incredulidad de un siglo corrompido y corruptor; era el milagro permanente de una caridad ingeniosa, desinteresada y multiforme que abrazaba toda suerte de necesidades, vivía de sacrificios y los hacía fecundos en la fe, el consuelo y el amor. Hay, por tanto, razón justificada para un dolor veraz, profundo y universal. Es una gran satisfacción, sin embargo, que su obra le representará siempre vivo, y más vivo todavía por cuanto ha dejado la tierra para mirarla y protegerla desde el Cielo. Con estos sentimientos, me uno al pesar, especialmente del Episcopado italiano que tenía en el llorado apóstol un brazo tan eficaz, y ruego a V. S. lo participe a sus hermanos, como expresión de mi alma y como adhesión a una orden tan benemérita, que ha perdido a su muy amado fundador. De V. S. Rvma. >> AUGUSTO ANTONINO Arzobispo de Aquila e) De monseñor Vorteo, obispo de Massa Marittima Reverendísimo Señor: Soy el último de los Cooperadores, entre los que fui inscrito, sin ningún mérito de mi parte, el día once de agosto del año pasado. Pero, habiendo sido siempre muy alta la admiración y tan profunda, como nadie puede imaginar, la reverente estima que he tenido para aquel verdadero Apóstol de caridad, al que ahora sucede V. S. Revma. en la dirección de obras tan grandes y estupendas, creadas por él para gloria de Dios y salvación de las almas, no puedo dejar de unir mi pesar a los que le llegan de todas las partes del mundo cristiano por la pérdida de tan gran Padre. Acéptelo, pues, V. S. Revma. benévolamente por el único valor que tiene de su gran sinceridad. Y como, a la par que me esfuerzo por sufragar a aquella alma grandiosa, me siento empujado a implorar para mí y para la Iglesia, su intercesión ante el trono de Dios; sea ella desde el Cielo particularmente propicia a la inmensa familia, tan merecidamente puesta bajo los cuidados paternales ((**It18.819**)) de V. S., a quien ofrezco mis pobres servicios, declarándome con todo el aprecio. De vuestra Señoría Reverendísima, Massa Marittima, 4 de febrero de 1888. Seguro servidor en Jesucristo, >> Fr. JOSE., obispo de Massa y Papulonia f) De monseñor Apollonio, obispo de Treviso M. R. D. Miguel Rúa: No puedo expresar con palabras el dolor que experimento, por la muerte de ese héroe de la caridad, de ese santo, que fue don Bosco. (**Es18.690**))
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