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((**Es18.615**) c) De la Secretaría de Estado Muy amable Sr. D. Miguel Rúa: No me ha sido posible responder hasta hoy a su muy apreciada carta del diecisiete del pasado enero, porque he querido buscar toda la posible información sobre el Reino Arauco-Patagónico. ((**It18.729**)) Cuando leí la copia de la carta que me incluía, mi primer pensamiento fue el de no hacer caso a nada de lo que en ella se dice. Mis indagaciones han confirmado mi primera impresión. En la Secretaría de Estado, ninguno de nosotros oyó jamas hablar del reino independiente de Araucania-Patagonia, y el Almanaque de Gotha ni siquiera lo menciona. Quise visitar personalmente al Enviado Extraordinario acreditado ante la Santa Sede, el abogado Lenti, y éste me contó más extensamente cuanto queda narrado en la carta del señor Cónsul General. De todo el conjunto sólo he podido sacar una consecuencia: que se trata de unos traficantes que se ingenian por todos los medios para lograr su intento. El abogado Lenti, aunque es hermano del Vicegerente de Roma, no merece, a mi parecer, mucha confianza. También me dirigí a Propaganda, pero tampoco allí tenían ninguna noticia de la cuestión; lo único que había llegado al Valicano, era que dicho señor Lenti había dicho algo verbalmente, a alguno de la Corte Pontificia, pero no se ha presentado nunca ningún documento. Ni podían hacerlo, puesto que el famoso reino sólo existe en la mente calenturienta de unos pocos individuos. Existe ciertamente una región, denominada Araucania, que limita con la Patagonia, pero no hay duda alguna de que se encuentra dentro de los límites reconocidos de la república chilena. He podido obtener cuidadosos detalles por medio de un amigo mío, monseñor Infante Concha, chileno y conocido por nuestro carísimo don Bosco, ya que es él quien tuvo gran parte para alcanzar que los salesianos fueran a las misiones de Chile. Monseñor Concha añadía que algunos salesianos, recientemente llegados a América, han sido destinados precisamente a las provincias Arauco-Patagónicas, las cuales quedaran muy pronto unidas a la capital con el ferrocarril que se esta construyendo. Estas son las informaciones que puedo darle. Es muy poco lo que de forma evasiva se puede responder desde Nápoles. Acepte mis cordiales saludos y transmíteselos al queridísimo don Bosco y compañeros y créame siempre suyo, Roma, 10 de febrero de 1887. Via Testa Spaccata, 16. Afmo. seguro servidor, Mons. M. ANTONINI d) Artículo del semanario <> Misiones. Con dirección a Araucania-Patagonia salieron expediciones de misioneros, y se preparan otros a seguirlos para catequizar y bautizar aquellas tribus, que ya han elegido un Soberano, el cual se ve obligado a permanecer todavía en Europa, en razón de tratados internacionales y financieros. Pero, como la finalidad de las misiones es la de civilizar e instruir a los pueblos faltos todavía de útiles conocimientos, necesitan ((**It18.730**)) toda suerte de ayuda. El sacerdote don Juan Bosco, de la Sociedad de (**Es18.615**))
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