Regresar a Página Principal de Memorias Biográficas


((**Es18.57**) respetos. Recomendó encarecidamente al secretario la persona de don Bosco y, después de saludarlos, se retiró. Al atravesar las salas, don Bosco era objeto de compasión de las distintas damas, que lo veían caminar con esfuerzo y evidentes muestras de sufrimiento. Debía partir para Cannes; mas, como aún tenía tiempo, fue a hacer una visita a las Agustinas, casa de retiro para señoras ricas y allí dio audiencia particular a algunas de ellas. Después ((**It18.55**)) se dirigió a la estación, donde le esperaban muchos señores y señoras para despedirle. Tomó el tren acompañado solamente por Viglietti. A la llegada a Cannes, les ofreció su coche el marqués de Gaudemaris y los llevó a cenar a su finca. Despidióse de aquella buena familia y fue a dormir en el pensionado de Montplaisir, que las damas Auxiliadoras tenían en una lujosa villa al lado de la estación; pero las religiosas habitaban en una casa cercana. En su capilla celebró la misa el día siguiente y después dio audiencia hasta mediodía. Comió con la Condesa de Villeroi, en su villa llamada El Gran Pino, y también allí concedió audiencias. Cuando volvió a las Auxiliadoras, se encontró el patio lleno a rebosar de gente que se arrodillaba en tierra al paso de don Bosco e imploraba su bendición. Repartió medallas y recibió hasta la noche. Don Carlos Viglietti informaba a don Miguel Rúa a la mañana siguiente: <>. El día veintinueve celebró la misa en la capilla del hospital, donde se reunieron muchas personas, después se retiró a casa del capellán monseñor Guigou. El celoso Cooperador se encontro en verdaderos apuros, porque vio frustrado el placer de hospedar a don Bosco, ya que muchos de los que seguían al Santo por todas partes invadieron su casa sin ningún miramiento. También fue allí la Princesa de Caserta, hermana de Francisco V, último Rey de Nápoles. Allí le llevaron a una joven en camilla y atada a ella, porque sufría ataques de epilepsia con mucha facilidad. Los padres, llenos de aflicción, le rogaban que la bendijera. Don Bosco la bendijo y después preguntó. ->>Desde cuándo guarda cama esta muchacha? -Hace cinco años, contestó el padre.(**Es18.57**))
<Anterior: 18. 56><Siguiente: 18. 58>

Regresar a Página Principal de Memorias Biográficas


 

 

Copyright © 2005 dbosco.net                Web Master: Rafael Sánchez, Sitio Alojado en altaenweb.com