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((**Es18.414**) Para las pruebas (los Superiores en las casas de probación), practiquen la obediencia y háganla practicar. Aguinaldo: devoción a María y comunión frecuente. Por dos veces recomendó para los Salesianos el trabajo, repitiendo; ítrabajo, trabajo! Habían regresado a Italia con él sor Angela Vallese, de Patagonia, y sor Teresa Mazzarello, de Uruguay: llevaban consigo a la niña fueguina que les había confiado monseñor Fagnano. El se las presentó a don Bosco el día nueve de diciembre de la forma que ya hemos descrito. <> el día de la Inmaculada, escribe Viglietti en su diario. Ya no tenía ninguna esperanza de poder subir de nuevo al altar. ((**It18.478**)) Pero escondía esta contrariedad como tantas otras penas físicas y morales bajo un exterior habitualmente tranquilo y sereno, a veces alegre, y bromeando con sus propios achaques. Respecto a su espalda, por ejemplo, que le obligaba a andar tan encorvado, repetía un estribillo piamontés muy conocido: Oh, schina, povera schina, t'as fini d'pporté bas-cina. (Oh, espalda, pobre espalda, se acabó tu dura carga) Una noche recitó a dos sacerdotes que, tristes y presurosos, le ayudaban a subir a su habitación esta estrofa que él había improvisado, compadeciendo sus piernas. Oh, gambe, povre gambe, che sie drite, che sie strambe, seve sempre'l mŠ confort fin a tant ch'i sia nen mort. (Oh, piernas, pobres piernas -torcidas o rectas -, manteneos siempre fuertes -hasta el día de la muerte). No quería, sin embargo, que los Superiores se hicieran ilusiones sobre su estado de salud, hasta el punto de descuidar las precauciones sugeridas por la prudencia y de cara a su eventual defunción, como se vio el día de la Imaculada por la noche. Fue a cenar con ellos, pero, a los pocos minutos, se levantó para volver a la habitación. -Anímese, le dijo uno. Tenemos que celebrar sus bodas de oro. Al oír estas palabras, paróse en la puerta, volvió la cabeza hacia donde había partido la voz, miró fijamente al que la había proferido y exclamó: -Sí, sí, las bodas de oro... í Son cosas graves, son cosas graves! La última manifestación de alegría que hubo en el Oratorio, viviendo (**Es18.414**))
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