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((**Es18.299**) Los fieles impresionados se disponían a seguir tras él; pero se cerró la puerta. >>Quién no habría deseado saber cuál había sido la causa de tanta emoción? Cuando don Carlos Viglietti vio que había recobrado su calma habitual, se lo preguntó y él respondió: -Tenía viva ante mis ojos la escena de cuando soñé a los diez años con la Congregación. Veía y oía realmente a la mamá y a los hermanos opinar sobre el sueño... Entonces le había dicho la Virgen: -A su tiempo lo comprenderás todo. Pasaron ya desde aquel día sesenta y dos años de trabajos, sacrificios y luchas, cuando una especie de relámpago repentino le había revelado en la erección de la iglesia del Sagrado Corazón en Roma, la conclusión de la misión que misteriosamente se le había trazado en los albores de su vida. íQué largo y arduo había sido el camino desde I Becchi de Castelnuovo, hasta la Sede del Vicario de Jesucristo. Sintió en aquel momento que su obra personal tocaba a su fin, bendijo con lágrimas en los ojos a la divina Providencia y remontó su mirada confiada a la mansión de la paz eterna en el seno de Dios. A la hora señalada se celebró la misa pontifical por monseñor Cassetta, obispo de Amiata y presidente de las escuelas nocturnas de religión 1. El coro del Oratorio interpretó la misa de Haydn. Por la tarde dio la conferencia el obispo chileno monseñor Jara, en lengua española, y predicó monseñor Gottardo Scotton sobre la devoción al Sagrado Corazón. Monseñor Kirby pontificó en las Vísperas en las que se cantaron orquestalmente salmos de varios autores. El Cardenal Vicario, sabiendo que don Bosco se disponía a dejar Roma, le renovó por escrito ((**It18.342**)) <>. Durante los tres días siguientes actuaron, para la misa rezada, los cardenales Mazzella, de la Compañía de Jesús, Aloisi-Masella y Zigliara, de la Orden de Predicadores; y para los pontificales de los días diecisiete y dieciocho los monseñores Sallua, dominico, arzobispo de Calcedonia, y Grasselli, arzobispo de Colosas; para la conferencia de los Cooperadores monseñor Meurin, jesuita, obispo de Ascalón, que 1 Cuando don Bosco murió, tenía el cargo de Limosnero Apostólico. Escribió entonces en su diario: <> (Monseñor VESTALLI, Il Cardinale Francesco di Paola Cassetta, pág. 467, Bérgamo, Soc. Ed. San Alejandro, 1933). (**Es18.299**))
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